Mi LámparaMuestra
Aceite extra
Una de las parábolas que más se escucha hablar cuando se predica sobre el mensaje Maranata, es la parábola de las 10 vírgenes. Por muchos años la leí y la escuché, pero recién este año pude entenderla mejor. Nunca me había hecho la pregunta: ¿Por qué las vírgenes tenían lo justo y necesario de aceite?, ¿Por qué no compraron todo el aceite que hubieran podido, en vez de limitarse tanto?. Me hace pensar, en que debemos buscar en nuestra vida aceite extra, amor extra, porque nadie es un cuerpo completo, siendo un llanero solitario, somos un cuerpo en Cristo, le pertenecemos al Señor y el que es maduro espiritualmente, debe tener la iniciativa responsable de compartir de su aceite al que no tiene y el deseo de ser parte de la razón por la cual una persona más, llegue a las bodas del cordero.
Esta parábola yo pienso que es un llamado de atención para las vírgenes prudentes. Debemos perfeccionarnos en el amor, buscar experimentar más el amor de Jesús en nuestra vida, para poder tener amor para dar. Es un error tener el pensamiento que vamos a la iglesia solo por Dios, no por la gente, debemos amar a nuestros hermanos, aun con sus imperfecciones. Poder ver, que atrás de las malas actitudes que TODOS tenemos, a veces, hay heridas intentando taparse. La iglesia está compuesta de personas quebrantadas y a pesar de eso, están ahí, están en el cuerpo, siguen permaneciendo, a pesar de lo que batallan y eso es hermoso. Necesitamos mirar con ojos de la gracia.
Me acuerdo cuando iba a la secundaria, cursando ciencias, entregue un TP, que podría haber estado mejor y el profesor me llama la atención por eso. Y, yo fastidiada de que no se haya conformado con lo que le di, le digo: ¡Bueno profesor, no soy perfecta!, y él me respondió, “Pero tampoco tan imperfecta”. Sentí que Dios me había dicho eso. A veces podemos dar más y no lo hacemos. Una botella de plástico vacía es fácil aplastarla, abollarla y tirarla a la basura, pero una botella llena de agua, no se puede aplastar. Y, ¿por qué habría de tirar a la basura, una botella nueva llena de agua?
No tengas una actitud de víctima en la iglesia, la iglesia perfecta no existe. Entiendo que todos pasamos momentos difíciles, que a veces somos heridos. Pero cuando el amor de Dios sobreabunda en nuestra vida, las ofensas no tienen poder sobre nosotros, no esperes recibir sin dar, porque lo que sembramos eso cosechamos, si siembras amor, vas a cosechar amor. Si no te sentís amado en la iglesia, ámala tú primero. Sé que es muy feo y muy doloroso, pero cuando me pasó, empece yo a dar amor primero y esas mismas personas, fueron las que me levantaron cuando yo estuve mal. Busca también Santidad extra, si por seguir a Jesús, te rechazan aún dentro de la iglesia, solo queda orar para que Jesús se les revele y descansar en Su amor.
Pero todo empieza comprando aceite, ¡ojalá comprendas cuanto te ama Dios, cuanto vales para Él! Busquemos la presencia de Dios en nuestra vida, ahí vamos a encontrar sanidad para nuestro corazón, libertad, paz. El poder caminar sin cargas, estar llenos del amor de Jesús, para nosotros y para dar.
Oración: Amado Dios, enséñame a buscarte y encontrarte, a tener ese aceite extra, amor extra, santidad extra, para poder llenar a otros también, enséñame a amar al cuerpo y sentirme parte, gracias por la identidad que me has dado. En el nombre de Jesús, amén.
Acerca de este Plan
En este devocional, me gustaría meditar contigo, sobre quién es Jesús, cómo su verdad impacta y transforma nuestras vidas y cómo prepararnos para ser la generación que lo reciba.
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Nos gustaría agradecer a Judit Paz por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/soyjuditpaz/