Reedificando El Hogar: 13 Días en NehemíasMuestra
¿Eres mejor lidiando con las personas o con las cosas?
Una familia está compuesta por cosas y personas. Por ejemplo, una familia tiene que vivir en algún tipo de hogar físico. En ese hogar, los miembros de la familia se relacionan. Una cosa sin la otra no es una familia sana o segura. Lo que es cierto de una familia es cierto de la familia de la iglesia de Dios.
Un buen líder sabe administrar tanto las cosas (p. ej., ejemplo, las finanzas, los bienes inmuebles, la tecnología, las instalaciones y equipos) como las personas (p. ej., las relaciones, la cultura de liderazgo, la dinámica del equipo, la salud de la organización). En los sistemas familiares, ésta sería la diferencia entre el hogar, el calendario y el presupuesto en que vive la familia, y la comunicación interpersonal y las relaciones entre los miembros de la familia. Ambas cosas son muy importantes.
Hasta ahora en el libro hemos visto a Nehemías trabajar principalmente en cosas (recaudación de fondos, documentos legales, acumulación de piedras labradas, construcción de murallas, levantamiento de puertas, seguridad y relaciones públicas). Una vez completado gran parte de ese trabajo, su atención pasa a centrarse en las personas y en cómo darles la bienvenida a la ciudad y a la iglesia, a cuidarlas, enseñarles sobre Dios y ayudarlas a formar familias sanas y buenas relaciones interpersonales, junto con Esdras (para saber más, lee el libro de la Biblia que lleva su nombre). En pocas palabras, Nehemías pasa de obrar para edificar la organización que dirige a obrar en laorganización.
Como lección de liderazgo, Nehemías comienza con líderes que luego formarán equipos para llevar a cabo su parte de la misión. Estos líderes y equipos de trabajo incluyen:
- Porteros - supervisan partes de la ciudad como líderes geográficos para cuidar a la gente de la iglesia cuando se dispersan a lo largo de la semana.
- Cantantes - dirigen al pueblo de Dios en la adoración corporativa cuando se reúnen.
- Levitas - esencialmente pastores y líderes del ministerio, con asistentes de confianza, que cuidan de la gente, ayudándoles a madurar en la relación con Dios y con los demás.
La supervisión de estos equipos estaba a cargo de dos líderes principales que informaban directamente a Nehemías: Hananí y Hananías. Hananías supervisaba la seguridad de la ciudad y de la iglesia. En una iglesia, Hananí sería como un pastor principal o un pastor asociado, y en el mundo de los negocios, sería como el jefe de finanzas o el vicepresidente. Este hombre era el hermano de Nehemías que había estado con él desde el principio del proyecto (1:1-2). Fue elegido porque era un hombre piadoso que había demostrado su valía a lo largo de todo el proyecto, y en el que se podía confiar que no intentaría quitar la autoridad a Nehemías ni se volvería negativo por los enemigos. El principio de liderazgo aquí es que los líderes más capacitados deben pasar por largas temporadas de prueba antes de que se les dé la autoridad para dirigir a otros líderes y equipos, o en palabras del Nuevo Testamento ser "probados y aprobados".
Además de contar con líderes, Nehemías también comenzó a dirigir mediante políticas para gobernar al pueblo y asegurar su bienestar. Estas políticas incluían el establecimiento de los horarios en los que las puertas de la ciudad podían estar abiertas, el establecimiento de guardias de seguridad, y la preparación del pueblo para el crecimiento de la ciudad y la iglesia. A medida que una organización crece, el líder comienza a dirigir menos a través del contacto personal y más a través de líderes asistentes designados y de políticas, para que las cosas no se obstruyan o se retrasen en relación al líder principal. Para algunas personas, estos cambios pueden ser difíciles porque se sienten desplazadas, al no tener ya acceso directo al líder principal, pero es la única manera de dirigir una organización en crecimiento.
Una vez terminada la muralla y establecido el liderazgo para atender a la gente en la ciudad y en la iglesia, ya estaba todo preparado para una afluencia de personas y su conversión al Dios de la Biblia. El principio de liderazgo aquí es que un líder obra para establecer un mundo de instalaciones, líderes, cuidados y sistemas que puedan entonces acoger, evangelizar y discipular a la gente. Las personas que Dios trajo a la ciudad y a la iglesia se enumeran en este capítulo de Nehemías porque todos son conocidos y cuidados por Dios.
Después de terminar la muralla que rodea la ciudad de Jerusalén, en sólo 52 días, se permite por fin que el pueblo habite la ciudad, que antes había estado en ruinas durante 141 años. La mayor parte de Nehemías 7 es una repetición de la misma lista de personas mencionadas en Esdras 2:1-64. Aunque muchos comentaristas omiten esta sección de la inspirada Escritura, nos muestra cómo gran parte del ministerio gira en torno al cuidado de multitudes de personas y a la administración del dinero y otros bienes.
Aunque no tenemos mucha información sobre cada uno de estos líderes, las Escrituras nos dicen que Zorobabel fue un prominente líder civil y que Jesúa (o Josué) fue un destacado líder religioso del que descendieron 14 generaciones sucesivas de sumos sacerdotes. Ambos hombres ocupan un lugar destacado en los profetas menores Hageo y Zacarías.
Esta larga lista es de personas comunes que volvieron a la ciudad para adorar a Dios. El equivalente de esta lista hoy es simplemente aquellos que son cristianos y viven su fe en tu iglesia y en las iglesias que te rodean.
Nehemías menciona poco más de 4000 sacerdotes que eran descendientes de Aarón, el hermano de Moisés. Junto a ellos figuran los levitas, que descendían de uno de los 12 patriarcas del Génesis y ayudaban a los sacerdotes en la labor pastoral de atender al pueblo.
Los cantantes que dirigen la adoración en la ciudad se mencionan al menos 18 veces en Nehemías. En esto, vemos la importancia de la adoración y producción musical, que incluye el canto entre el pueblo de Dios.
Los porteros eran líderes elegidos para supervisar los distintos barrios de la ciudad donde se encontraban las puertas. A través de estas puertas la gente entraba y salía de la ciudad, ya que estas puertas servían, de manera muy real, como una puerta para ingresar a la iglesia del Antiguo Testamento donde se podía encontrar y adorar a Dios.
Mientras que los sacerdotes ejercían su ministerio como pastores gracias a la ayuda de los levitas, que, en cierto modo, eran como líderes ministeriales de apoyo, los levitas también contaban con la ayuda de los sirvientes del templo y de los hijos de los siervos de Salomón. Estos siervos trabajan fielmente como los miembros más fructíferos de una iglesia.
También había una lista de personas que llegaron a Jerusalén y que decían ser líderes religiosos y miembros de familias prominentes. Sin embargo, sus afirmaciones no pudieron ser comprobadas, por lo que no fueron puestos en el liderazgo sin la confirmación de Dios. Siempre habrá personas que se posicionan como líderes espirituales, pero a menos que sus afirmaciones puedan ser verificadas, no deben ser empoderadas para liderar. El hecho de que alguien haya liderado en otro lugar no significa que esté listo para liderar en un nuevo lugar hasta que sea conocido, probado e invitado.
La ciudad y la iglesia crecieron rápidamente. Para financiar todo el ministerio, el pueblo de Dios dio generosamente una gran cantidad de dinero. Afortunadamente, el pueblo no sólo dio generosamente, sino que también lo hicieron las personas más ricas, que pudieron financiar gran parte de los gastos del ministerio urbano con donaciones tan grandes que, en términos actuales, serían millones de dólares. Todos daban, y los que más ganaban daban más.
Por último, en este capítulo aprendemos muchos principios sobre Dios y las personas, incluyendo los siguientes:
- Dios hizo a las personas y salva a las personas porque, en su misericordia, Él cuida de nosotros.
- Dios nos conoce por nuestro nombre y lleva un registro de Su pueblo (ver también las palabras de Jesús en Lucas 10:20).
- Dios cuida de Su pueblo a través de líderes y sistemas.
- Dios asigna a todo Su pueblo para que sirva al bienestar de Su iglesia y de Su ciudad de alguna manera.
- Es bueno que una iglesia/ministerio busque crecer acogiendo y sirviendo a más personas.
- Una organización en crecimiento debe madurar y cambiar para mantenerse saludable y efectiva.
- La adoración a Dios por parte de Su pueblo en todas las cosas es la razón por la que fuimos creados y la fuente de nuestra alegría.
- La adoración a Dios incluye nuestra contribución generosa a la financiación del ministerio.
Pregunta:
¿Eres mejor administrando cosas o personas?
Escrituras
Acerca de este Plan
En este plan de 13 días, estudiarás el libro de Nehemías, que destaca la idea de Cristo contra la cultura y la colisión entre Dios y el gobierno. Esperamos que aprendas a ser un líder lleno del Espíritu y a perseverar en el llamado de Dios para tu vida a pesar de la oposición de los demás.
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