Eligiendo a Dios en Lugar De Las Cosas Del MundoMuestra
Lectura: Génesis 32:1–21; Salmos 56:3–4, 10–11
EOAO: Salmos 56:3–4
“Pero yo, cuando tengo miedo, en ti confío. En Dios, cuya palabra alabo, en Dios he confiado. No temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre?”.
En el Texto
Dios estaba con Jacob. Dios lo llamó de una tierra extraña para volver a la tierra prometida, la tierra de sus padres. Dios protegió a Jacob del daño, impidiendo que Labán, su suegro y enemigo, le hiciera daño a él o a su familia. Jacob caminaba en obediencia, cumpliendo su voto de regresar a la tierra prometida y caminar con su Dios.
Pero entonces Esaú, su hermano y primer enemigo, se acercaba. Aunque Dios lo protegió de Labán, Jacob estaba muy asustado y perturbado. Le había robado a su hermano la bendición como primogénito, y la última vez que se vieron, Esaú había jurado matarlo.
Muy temprano en la vida de Jacob, se reveló su astucia. Era astuto e inteligente, hábil para conseguir lo que quería. Sabía cómo manipular una situación o engañar a una persona para lograr sus planes. Hasta este punto, no hay registro de él buscando la ayuda de Dios. Las escenas que rodean este evento muestran el desarrollo del carácter de Jacob. Confió en que Dios lo protegería de Labán y fue obediente al mandato de Dios de regresar a la tierra. En todas las situaciones anteriores que manipuló Jacob, nunca se registra que oró antes de actuar. Sin embargo, ahora, cuando su primer enemigo se aproximaba con 400 hombres, Jacob buscó la protección y la liberación de Dios.
Aunque estaba empezando a cambiar, Jacob todavía desarrolló un plan para salvarse. Los regalos que apartó para Esaú fueron un intento de devolverle la bendición que le había robado años antes. Jacob buscó apaciguar a su hermano dándole una gran parte de la bendición que Dios le había asignado a él, no a Esaú. El regalo de Jacob muestra que tenía tanto miedo de la ira de Esaú que estaba dispuesto a renunciar a lo que Dios le había dado divinamente. Jacob le pidió a Dios que lo rescatara, pero luego trató de rescatarse a sí mismo.
¿Con qué frecuencia nosotras, como Jacob, buscamos la protección, la provisión o la sabiduría de Dios y luego continuamos con nuestros planes? Mientras buscamos elegir las cosas de Dios y no las cosas del mundo, debemos reconocer que a menudo tenemos que esperar la respuesta de Dios. Sus planes nunca se frustran, sus bendiciones nunca se retrasan, pero nuestra tendencia a tener miedo y estar molestas nos lleva a confiar fácilmente en nosotras mismas para la liberación. En lugar de confiar en Su tiempo, tendemos a tomar medidas extremas para garantizar nuestro rescate. Confiemos en Dios en todas las circunstancias y esperemos Su liberación.
Acerca de este Plan
"Eligiendo a Dios en lugar de las cosas del mundo" estudia la vida de dos hombres, Jacob y José, sus familias y las elecciones a las que se enfrentaron. Tanto Jacob como José recibieron una promesa específica de Dios, pero vivieron su fe de manera muy diferente. Veremos la importancia de elegir las cosas de Dios y la forma en que Dios recompensa a los que caminan con Él.
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Nos gustaría agradecer a Love God Greatly - Spanish por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://lovegodgreatly.com/spanish/