Eligiendo a Dios en Lugar De Las Cosas Del MundoMuestra

Lectura: Génesis 32:22–32

EOAO: Génesis 32:28

“Entonces aquel hombre dijo: —Ya no te llamarás Jacob, sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido".

En el Texto

En hebreo, el nombre de Jacob se pronuncia Ya'aqob. Suena como la palabra 'aqab, que significa "agarrar el talón" o "engañar". ‘Aqab significa literalmente “agarrar el talón”, pero se usaba en sentido figurado para describir el engaño o metafóricamente hacer tropezar para sacar ventaja. Jacob literalmente agarró el talón de su hermano gemelo cuando nació, y en sentido figurado lo hizo tropezar para sacar ventaja durante gran parte de su vida.

Jacob era un engañador. Engañó a su hermano Esaú, a su padre Isaac y a su tío y suegro Labán. Ser un engañador se había convertido en la identidad de Jacob. Incluso era su nombre. Sin embargo, en las últimas escenas que hemos leído, el autor de Génesis describió un cambio que se estaba produciendo en Jacob. Obedeció a Dios y volvió a la tierra de sus padres. Luego, oró y le pidió a Dios que lo librara de su hermano Esaú. Su comportamiento estaba cambiando. Pero la noche en el río Jaboc fue la noche que finalmente cambiaría la identidad de Jacob.

Jacob luchó con un hombre esa noche. Antes de que saliera el sol, el hombre le dijo a Jacob que lo dejara ir. Cuando Jacob se negó a dejarlo ir sin la bendición, el hombre le preguntó su nombre. Jacob nuevamente enfrentó la realidad de quién era él: un engañador. En ese momento, Dios cambió su identidad: “Tu nombre ya no será Jacob, sino Israel, porque has peleado con Dios y con los hombres y has vencido.”

En ese momento, Dios le dio a Jacob una nueva identidad. Dios lo caracterizó por lo que se convertiría, no por lo que había sido. Dios le dio una nueva identidad como promesa de lo que continuaría haciendo. Dios continuaría cumpliendo Su promesa hecha a Jacob, bendiciéndolo como lo hizo con su padre y su abuelo. Jacob recibiría la bendición, y Dios aún obtendría la gloria. Jacob quedó lisiado la noche antes de enfrentarse a su primer enemigo; se enfrentó al hombre que había jurado matarlo y estaba físicamente incapacitado. No pudo ser liberado por su propia fuerza. Dios le dejó claro que solo Él era su fuente de liberación; Él solo lo haría.

Es increíblemente misericordioso de parte de Dios librarnos de nuestra autosuficiencia. Dios logrará Sus propósitos solo con Su poder. Él no necesita nuestra ayuda para cumplir Sus planes o Sus promesas. No importa los planes que podamos crear, Dios dejará en claro que es solo Él quien nos libera, solo Él es quien salva.