Eligiendo a Dios en Lugar De Las Cosas Del MundoMuestra

Lectura: Génesis 31; 1 Juan 3:18–24

EOAO: 1 Juan 3:23–24

“Y este es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado. El que cumple sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él. Y sabemos que él está en nosotros por el Espíritu que nos ha dado".

En el Texto

Cuando estudiamos Génesis desde una perspectiva literaria, aprendemos mucho sobre Jacob. Él es el protagonista, la persona que cambia en la narración. Labán es el antagonista, la persona que provoca el cambio en el protagonista.

Un gran cambio tuvo lugar en Jacob durante su tiempo en Paddan Aram. Jacob llegó como un engañador a quien Dios le había dado una gran promesa. A través de la disciplina de Dios y al experimentar él mismo el engaño de Labán, la identidad de Jacob como engañador parecía haber cambiado. Jacob reconoció cómo Dios lo había bendecido: solo por Su gracia.

Dios se encontró con Jacob en un sueño en Betel, prometiéndole bendecirlo y protegerlo, y Jacob respondió prometiendo volver a la tierra de su padre (Génesis 28:10-22). En este punto, Dios se encontró con Jacob en un segundo sueño y le indicó que tomara a su familia y sus posesiones y regresara a la tierra. Jacob obedeció.

Cuando Jacob reconoció la forma en que Dios cumplió su promesa, fue fiel en cumplir el voto que le hizo a Dios. Aunque Jacob no era perfecto, estos eventos muestran cómo se estaba volviendo a Dios y se alejaba de sus propios planes. En lugar de continuar la batalla con Labán, Jacob se fue, obedeciendo las instrucciones de Dios. Dios ordenó el regreso de Jacob, por lo que la protección de Dios para él y su familia era segura. Las bendiciones de Dios se habían derramado sobre Jacob a través de sueños, disciplina, una familia y muchas posesiones, y era hora de que Jacob cambiara, actuara en obediencia y siguiera a Dios.

No importa nuestro pasado, no importa cuántas veces hayamos actuado como Jacob, engañando a otros o confiando en nuestras propias habilidades, siempre podemos elegir ser obedientes al Creador. Sea que nos reconciliamos por primera vez con Dios o que estemos volviendo a Él, Él siempre está dispuesto a perdonarnos. Podemos volvernos a Él y comprometernos con la fidelidad, seguras de que Él será misericordioso.

Jacob fue obediente al mandato específico de Dios de regresar a casa. Dios nos ha ordenado claramente que creamos en Su Hijo Jesucristo y que nos amemos unos a otros. Cuando seguimos los mandamientos de Dios, podemos estar seguras de Su protección. Porque cuando Él elige bendecirnos y nosotras, en obediencia a Él, creemos en Su Hijo, podemos estar seguras de que Su amor y Su gracia cubrirán nuestras vidas.