Oraciones con audaciaEjemplo

La gratitud impactante desata milagros impactantes

Puede parecer absurdo dar gracias en toda circunstancia mientras vivimos en la generación del “no me impresiona nada”. En el mundo de hoy, donde la arrogancia y el egocentrismo han tomado protagonismo, una oración de agradecimiento llega directamente al corazón de Dios.

¿Por qué debemos dar gracias? Dar gracias nos permite desarrollar la humildad en nuestra vida y refuerza nuestra confianza en Dios y su poder. Al contrario, un corazón carente de gratitud, se enferma de amargura y egoísmo, manifestando queja constante.

Aquí hay algunas razones por las que la gratitud puede ser la oración audaz que puede producir tu milagro:

• La gratitud trae una manifestación:

Cuando seguimos dando gracias por eso que no podemos ver, Dios lo manifiesta. Uno de los mayores registros del poder de Jesús fue la resurrección de Lázaro de entre los muertos. Ante la más grave de las situaciones, la oración de Jesús no parecía extraordinaria. Al contrario, Él simplemente comenzó dando gracias al Padre mientras Lázaro estaba muerto y sepultado, sin señales de vida. La oración de gratitud produjo la manifestación de vida en la tumba de Lázaro.

• La gratitud es la inyección de refuerzo:

A veces la vida puede ser abrumadora. Cuando las tareas que tenemos por delante parecen desalentadoras y agotadoras, una oración de agradecimiento puede llevarnos a un mayor nivel de fuerza y resistencia. La última cena fue la antesala de todo lo que le sucedería a Jesús en unas horas más. Sin embargo, Jesús comenzó a servir la comida dando gracias al Padre. Incluso en medio de su agonía, Jesús dio gracias porque conocía el poder que emanaba del acto de gratitud.

• El agradecimiento es el factor multiplicador:

Una oración de gratitud es la que actúa como un factor multiplicador. Cuando Jesús tuvo que alimentar a miles de personas con muy pocos recursos, la única oración que hizo fue una oración de agradecimiento. Eso fue suficiente para traer la abundancia al lugar. Cuando somos lo suficientemente apasionados como para dar gracias por las pequeñas cosas, Dios nos honra con abundancia.

Se sabe que los apasionados de Dios son tremendamente agradecidos. Si enfrentas dificultades, recuerda: “Hasta que Dios abra la próxima puerta, debes alabarlo en el pasillo”. (Nicky Gumbel).

Tiempo de reflexión:

1. ¿Cuáles son las cinco cosas más importantes por las que estás agradecido?

2. ¿Cuáles son las quejas que te cuesta dejar atrás?

3. Escribe una oración de agradecimiento por un milagro que estás esperando, pero que aún no ves.

Conversa con Dios sobre todo lo que has escrito.