Oraciones con audaciaMuestra
Cuando Dios dice “no”
Cuando hablamos acerca de la oración, es imprescindible analizar el tema de las oraciones sin respuesta. Muchos de nosotros tenemos esa discrepancia con Dios o esa queja contra Dios respecto a algunas oraciones que no han sido respondidas. ¿Por qué las oraciones no son contestadas? La Biblia nos da algunas razones en este contexto:
- Revisa tus motivaciones:
Santiago 4:1-3 NIV dice: “Y cuando piden, no reciben porque piden con malas intenciones, para satisfacer sus propias pasiones”. ¿Cuál es la motivación detrás de nuestras peticiones? Cuando buscamos la mano de Dios desde un lugar de codicia o lujuria, Él no nos concede nuestras peticiones. A veces, nuestras peticiones son impulsadas por un deseo de competir o ser mejor que otro. A menudo, veneramos algunas cosas hasta el punto de priorizarlas por encima de nuestra relación con Dios.
- El tiempo de Dios puede ser diferente:
El capítulo 30 de Génesis comienza con Raquel enfadada y resentida por no poder concebir y tener hijos. Ella hizo algunas cosas apresuradamente en su frustración. En su prisa y frustración, no reconoció que el tiempo de Dios es diferente al suyo. Al final del mismo capítulo, vemos esto: "Pero Dios también se acordó de Raquel; la escuchó y le quitó la esterilidad. Fue así como ella quedó embarazada y dio a luz un hijo. Entonces exclamó: 'Dios ha quitado mi desgracia". Si Dios no responde a tus oraciones, tienes que esperar. Los retrasos de Dios no siempre son negaciones.
- Tu oración sin respuesta es una bendición encubierta:
Garth Brooks escribió esta hermosa canción en 1990 que decía "algunos de los mayores regalos de Dios son las oraciones sin respuesta". Normalmente, nos disgustamos y decepcionamos cuando nuestras oraciones no son respondidas. Pero Dios, en su sabiduría, responde a algunas de nuestras peticiones con un "no". Sin embargo, detrás de cada "no" está su protección y provisión. Siempre debemos tener en cuenta que Él trabaja pensando en lo mejor para nosotros.
En este contexto, Jesús describe dos escenarios:
- Cuando oramos por algo que traerá gloria a Dios, nuestras peticiones son inmediatamente aprobadas.
- Cuando le pedimos a Dios algo que nos permita ser de bendición para los demás, Él se complace con nuestra petición y promete concedérnoslo. No estamos llamados a ser consumidores, sino servidores.
¡Reconozcamos el propósito, la protección y la provisión de Dios detrás de cada oración sin respuesta!
Momento de reflexión:
1. Haz una lista de todas tus peticiones de oración.
2. Escribe, al lado de cada una de tus peticiones, la razón por la que le pides a Dios que te la conceda.
3. Analiza si tus peticiones glorificarían a Dios o servirían para ser de bendición a los demás.
Conversa con Dios sobre todo lo que has escrito.
Escrituras
Acerca de este Plan
A menudo, nos sentimos tentados a aceptar solo peticiones de oración a Dios que tienen un precedente en la historia de haber sido respondidas. Pero Dios espera convertir nuestras situaciones en históricos milagros revolucionarios, si tan sólo tenemos la fe para pedir lo que está infinitamente por encima del alcance humano. ¿Te cuesta hacer algunas oraciones audaces? Si es así, este recorrido de 14 días es para ti.
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