Oraciones con audaciaMuestra

Orar sin temporadas

Probablemente te estás preguntando si has leído bien. Bueno, esa es sólo otra versión de nuestro versículo para memorizar de la escuela dominical, “Orar sin cesar”. Nuestra vida tiene muchos momentos, se nos exhorta a orar con la misma intensidad durante las temporadas de invierno de nuestra vida, como durante las temporadas de primavera. Orar sin cesar es un estilo de vida en el que siempre estamos conscientes de la presencia del Espíritu Santo. La oración es mucho más que “hablar con Dios”, es literalmente “caminar con Dios”. Va más allá de simplemente escoger un tiempo para hablar con Dios. Se trata de relacionarte con Dios como tu compañero que está siempre disponible. Puedes decir simplemente “Ayúdame Señor” mientras caminas hacia una presentación, o susurrarle “Gracias”, mientras tu colega te felicita por una exposición bien hecha. Se trata de involucrarlo en todas tus actividades a lo largo del día. Esto debería ser adicional a tu tiempo a solas con Dios cada día.

Santiago 5:13 resume esto bellamente: “¿Está afligido alguno entre ustedes? Que ore. ¿Está alguno de buen ánimo? Que cante alabanzas”.

• Ora cuando las cosas van mal:

El consejo de Santiago a los cristianos que sufren pruebas es “Que oren”. Nos ponemos ansiosos, amargados o desanimados ante las pruebas. A menudo nos quejamos, nos volvemos negativos o nos rendimos. Pero se nos exhorta a que no busquemos soluciones temporales para los problemas que vivimos. Santiago nos anima a orar en medio de los tiempos difíciles, porque el acto de orar es tan importante como la respuesta de la oración. Mientras que la respuesta de la oración nos libera, el acto de orar nos transforma.

• Da gracias a Dios cuando las cosas van bien:

El mandato de Santiago al alegre es: “Que cante alabanzas”. Este versículo no reemplaza la oración por el canto. Cantar también es un acto de adoración. Efesios 5:19 describe a los cristianos llenos del Espíritu como “Anímense unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales. Canten y alaben al Señor con el corazón”. Es importante ser un ruiseñor en la primavera de nuestras vidas.

Orar sin temporadas y sin cesar es anunciar nuestra dependencia de Dios en cada situación que afrontamos.

Momento de reflexión:

1. ¿Con qué frecuencia tienes conversaciones casuales con Dios?

2. ¿Tu vida de oración se debilita cuando las cosas se complican?

3. ¿Cuándo fue la última vez que agradeciste a Dios por las bendiciones que te ha concedido en tu vida?

Conversa con Dios sobre todo lo que has escrito.