Superando la adicciónMuestra

Adicción en el momento

Entras a la oficina del médico, llenas los papeles, te sientas y esperas. ¿Qué haces para pasar el tiempo? O quizás entras a una fiesta donde no conoces a nadie. ¿A qué te orientas para estar cómodo? Estás en un semáforo. ¿A dónde miras hasta que la luz se pone verde?

¿Cuántas de las preguntas anteriores contestaste con “mi teléfono”? Lo más probable es que podemos coincidir que somos una cultura adicta a los celulares. Pero ¿qué pasa si nuestros teléfonos fueran algo más serio, como una droga mortal?

Muchos experimentan una necesidad como esta, o mucho más fuerte, por algo mucho más dañino que un celular. Y quizás te has preguntado: ¿Por qué los adictos siguen repitiendo las mismas conductas dañinas?

Una adicción tiene cuatro partes principales. Entenderlas hace que sea más fácil identificar y corregir nuestros patrones adictivos.

1. Disparador; la situación que dispara estrés o incomodidad
2. Rol; la promesa de la adicción de escapar, alivio o arreglo de esa incomodidad
3. Objetivo; el químico, comportamiento, sentimiento o estado mental al que recurrimos en lugar de a Dios para cubrir las necesidades en ese momento
4. Meta; comodidad, porque no queremos sentir presión, estrés o dolor

>¿Alguna vez te has encontrado en una situación donde te sentiste fuera de control? ¿Qué disparó tus emociones en ese momento? ¿Hacia qué clase de cosas te volviste para aliviarte o ayudarte a ganar control? ¿Qué te trajo confort en medio de tu dolor o tu preocupación? ¿Qué clase de cosas buscaste para traer confort a tu vida?

Todos somos adictos al confort, y todos trabajamos para encontrar cosas que silencien nuestro dolor y nos traigan paz. A menudo clasificamos adicciones desde la peor a la "no tan mala". Pero Dios las ve a todas de la misma manera; como soluciones defectuosas para algo que solo podemos encontrar en Él. La paz que estamos buscando, Dios la brinda solamente en Jesús.