La Alegría – Descubriendo La Alegría en Medio Del DolorMuestra

La alegría descubierta

Esbozar una sonrisa ante la expresión libre de pura alegría de un niño, es una cosa. Ser el niño lleno de alegría, es algo completamente diferente. Nos hemos esforzado un poco para definir la alegría, pero cambiemos de enfoquey dejemos que la alegría nos defina.

La historia humana llegará a un final glorioso cuando Cristo regrese; esa es la esperanza futura a la que nos aferramos. Pero encontrar alegría mientras todavía estamos en medio del dolor, los desafíos y los sacrificios es difícil.

¿Cómo encontramos la fuerza para obedecer el mandamiento más repetido en las Escrituras: el mandamiento de regocijarnos?

El Espíritu de Dios es quien nos capacita para hacer lo que nunca pudimos. Como hemos visto en la historia de la Navidad, las cosas que parecen imposibles de repente se vuelven realidad cuando Dios interviene. De hecho, la Biblia describe a Jesús como el Hijo de Dios que es ungido con aceite de alegría. ¡Esto debería dar esperanza a nuestros corazones! Tenemos un Salvador experimentado en el dolor, pero ungido con alegría, la misma alegría que Él promete darnos en nuestro dolor.

Cuando sus promesas pasan de declaraciones generales a garantías personales, comenzamos a descubrir y experimentar de primera mano la verdadera alegría de la que habla Jesús. A medida que se lleva a cabo el cambio, sus promesas aparecen en las declaraciones Yo soy que nos definen:

Yo soy el que Dios nunca te dejará ni te abandonará.

Yo soy el que tiene la paz que sobrepasa todo entendimiento.

Yo soy una vasija de barro llena del poder de la resurrección.

Yo soy el niño que Dios se deleita en bendecir con buenos regalos.

¡Yo he sido limpiado, perdonado, justificado, y nada me puede separar de su amor!

Debido a estas verdades, sin importar las circunstancias que enfrentemos, podemos disfrutar de verdadera alegría en la época navideña y en los días venideros. Jesús está ungido con alegría y, por el poder de su Espíritu, tenemos su unción y gozo dentro de nosotros. Un gozo verdadero que nada ni nadie nos puede quitar.

Reflexión:
¿Qué promesa de la Palabra de Dios necesito reclamar hoy? ¿Me trae consuelo saber que Jesús fue hecho para el sufrimiento, pero ungido con alegría? ¿Cómo es ser definido por la alegría en todas las circunstancias?

Oración:
Señor, gracias por las promesas en ti que son mías. Gracias por vivir una vida de alegría junto con el sufrimiento que soportaste, y gracias por enviar a tu Espíritu para de darme el poder hacer lo mismo.