La Alegría – Descubriendo La Alegría en Medio Del DolorMuestra

Definición de la alegría: esperanza para el futuro

«Alegría al mundo… que cada corazón le prepare un lugar»(Isaac Watts, 1719, villancico popular británico).

La celebración de la Navidad se centra en la idea de Adviento, que significa llegada. Mientras nos preparamos para la llegada del día de Navidad, podemos tener una idea de la espera expectante que el pueblo de Dios experimentó mientras esperaba al Mesías prometido.

La llegada del Mesías fue anunciada durante generaciones antes del nacimiento de Jesús. Todo israelita crecía aprendiendo las profecías y esperando su cumplimiento, incluidos los pastores.

Imagina su sorpresa cuando el ángel se les apareció de la nada, rodeado por el resplandor de la gloria de Dios.

¡No tengan miedo! Les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo. ¡Hoy les ha nacido un Salvador! ¡Vayan a verlo con sus propios ojos!

Después de ver a las huestes celestiales y encontrar al niño Mesías, la alegría de los pastores se desbordó. Contaron a todos los que quisieran escuchar lo que había sucedido y lo que el ángel había dicho. Luego, volvieron a sus rebaños glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían visto y oído.

Su esperanza largamente aguardada se había hecho realidad. Y el resultado fue alegría.

Las buenas noticias para los pastores son buenas noticias para ti y para mí. Nuestra futura esperanza del regreso de Jesús es tan segura como la realidad de su nacimiento esa noche hace tanto tiempo. Mientras que los pastores se regocijaron por su primera llegada, nosotros nos regocijamos por la seguridad de su futuro regreso.

Este principio se enseña en la Primera Epístola de Pedro, donde se nos insta a soportar las pruebas de la vida pensando en el futuro. No podemos ver a Jesús en la carne ahora mismo, ¡pero estamos llenos de un gozo inexpresable y glorioso mientras esperamos su regreso! Este es el corazón mismo del Adviento: mirar simultáneamente hacia el pasado, al pesebre, y hacia el futuro, cuando regreso el Mesías.

Reflexión:
¿Cuál es la conexión entre mi esperanza en Jesús y la alegría disponible para mí en la vida diaria? En este tiempo de Adviento, ¿cómo puedo preparar mi corazón para el regreso de Jesús?

Oración:
Señor, gracias por esta temporada que me recuerda vívidamente tu primera llegada y me señala la certeza de tu regreso. Ayúdame a experimentar un gozo inexpresable mientras espero verte cara a cara.