La Alegría – Descubriendo La Alegría en Medio Del DolorMuestra

El escepticismo contra la alegría

¿Alguna vez has sentido que tu corazón se vuelve escéptico respecto a cierta situación o persona? La desconfianza y la autoprotección combinadas producen una actitud de escepticismo.

Imagínate cómo se debe haber sentido José respecto a las inesperadas noticias de María. ¿Quién lo podría culpar por no creer la extravagante historia de María acerca de un ángel y una concepción milagrosa? ¡Seguramente le pareció demasiado increíble para ser verdad!

En el primer capítulo del Evangelio de Mateo se nos dice que José consideró sus opciones y decidió divorciarse en secreto de ella. No tenía ningún deseo de deshonrar públicamente a María, pero tampoco estaba dispuesto a avergonzarse a sí mismo al continuar con el matrimonio.

Con más frecuencia de lo que pensamos, es posible que nos encontremos en circunstancias similares a las de José. Al encontrarnos atrapados en una situación que cuyo resultado es distinto al que habíamos esperado originalmente, nuestra reacción natural quizá sea la desconfianza y la autoprotección. Escepticismo.

¿Cómo podría ser este el plan de Dios?

¿Por qué Dios me permitiría experimentar este dolor?

¿Cómo podría salir algo bueno de esto?

Entonces ocurre un cambio en la atmósfera de nuestros corazones. Para José, el cambio ocurrió cuando experimentó un encuentro angélico, tal como lo tuvo María. El ángel del Señor tranquilizó a José, al instarlo a no tener miedo y confirmar la historia que María le conto.

Creer en el mensaje divino de un ángel podría interesarte. O, en el otro extremo, quizá prefieras ser conocido como un escéptico realista que como un soñador ingenuo.

Pero ¿qué sucedería si los caminos de Dios son en realidad tan diferentes a los nuestros? ¿Y si verdaderamente posee el poder de convertir nuestra oscuridad en luz y nuestro dolor en el terreno donde florece la alegría?

Sabemos que el corazón de José cambió después de escuchar el mensaje de Dios para él porque finalmente se casó con María. Como resultado, pudo experimentar de primera mano el glorioso nacimiento del bebé milagroso, la adoración de los pastores y el testimonio de los sabios de Oriente. Imagínate de lo que se habría perdido José si hubiera permitido que el escepticismo endureciera su corazón. En cambio, eligió el camino de la aceptación y la confianza. Eligió el camino de la alegría.

Reflexión:
¿Hay alguna circunstancia en mi vida en la cual una respuesta llena de escepticismo sea más natural que una alegre? ¿Le doy más valor a la autoprotección que a la confianza?

Oración:
Señor, ayúdame a confiar en que puedes convertir mi situación confusa o dolorosa en algo bueno. Dame fuerzas para aceptar lo que me tienes preparado, aunque parezca diferente a lo que esperaba.