La Alegría – Descubriendo La Alegría en Medio Del DolorMuestra

La alegría en el dolor

La alegría es una de las emociones humanas más poderosas, y frecuentemente se origina en las experiencias dolorosas de la vida. Es dentro de las profundidades del dolor que la verdadera alegría comienza a florecer.

Una imagen de la alegría que surge del dolor es el milagro del parto. Después de horas de tensión, surge una nueva vida en medio de una oleada de alivio y alegría incomparable. Dios escogió este milagro para cumplir su promesa más preciosa: la llegada del Salvador del mundo.

En el primer capítulo del Evangelio de Lucas, podemos ver cómo se desarrolla la historia. María, una adolescente común y corriente, recibe la visita del ángel Gabriel. Él le dice a María que no tema y le comunica el mensaje de Dios: que ella concebiría y daría a luz un hijo. Él sería el Salvador tan esperado, el Hijo del Dios Altísimo, y su nombre sería Jesús.

La adolescente María se encuentra confundida. ¿Cómo podrá suceder esto puesto que soy virgen?

Gabriel le explica que el Espíritu de Dios haría esto posible aunque, según los estándares humanos, fuera algo que nunca podría suceder. María responde con palabras llenas de fe, y acepta la tarea que le ha sido encomendada.

Es difícil para nosotros imaginar la magnitud del dolor que experimentaría María como resultado del mensaje gozoso de Gabriel. Por un lado, el mensaje contenía un gran honor para María: ¡contaba con el favor de Dios! De todas las personas en la tierra, María había sido elegida para traer al Salvador al mundo.

Por otro lado, quedar embarazada en ese momento de su vida sería una vergüenza para ella y su familia. María estaba comprometida con un hombre llamado José, lo cual significaba que estaban legalmente vinculados en matrimonio, aunque aún no habían consumado su relación. Si la comunidad llegara a enterarse de que estaba embarazada, la noticia causaría un gran revuelo y avergonzaría a José, a María y a sus familias. De acuerdo con la ley, ella incluso podría morir.

Por naturaleza, suponemos que las mayores alegrías de la vida provienen de nuestro mayor placer. Sin embargo, lo que vemos aquí es un ejemplo de la verdadera alegría que florece a partir del terreno del dolor.

Reflexión:
¿Hay alguna situación que me cause confusión o dolor? ¿Puedo reconsiderar mi situación como una oportunidad para tener alegría en lugar de aflicción?

Oración:
Señor, a veces la forma como haces las cosas me parece al revés. Abre mi corazón para comprender que puedo experimentar la verdadera alegría, incluso cuando las circunstancias de la vida real sean dolorosas.