Eres ReyMuestra

El Rey gobierna todo tipo de ambientes

Rey sobre toda tempestad

Rey sobre toda enfermedad

Hemos experimentado el dolor, la soledad o la desgracia, pero hemos entendido lo que significa «estar por encima de las circunstancias». En este tiempo más que nunca, con enfermedades mortales que se han llevado a muchos de nuestros parientes cercanos, amigos y conocidos, hemos aprendido, hemos crecido, hemos creído.

Nuevamente se nos insta a ver la posición de hijos de Dios, nuestro Dios y Señor es Rey, el título de Rey que está sentado en el trono de la gracia con poder y gran gloria. Nuestro Rey gobierna con toda autoridad y su reino es por toda la eternidad. Cuando estamos alineados a su propósito, ningún problema es importante, pues no estamos en crisis, estamos en Cristo. Cristo está sentado a la diestra del Padre, Cristo reina, juntamente con él reinamos nosotros en los lugares celestiales.

Entendemos que las tempestades son parte del ambiente en que nos encontramos, solo la actitud que tomemos ante ellas determina nuestra condición; corremos o nos paramos firmes. Al decir: Rey sobre toda tempestad; lo confieso y entonces mi acción lo confirma. Los que están a nuestro alrededor han puesto sus ojos para ver cómo tomamos las cosas, entonces es tiempo de manifestarlo. 

Las enfermedades se hacen presentes a lo largo de la vida, unas más caóticas que otras. Debemos tener presente que ya todo fue pagado con la preciosa sangre del Señor Jesucristo, por ende, toda enfermedad fue cancelada en la cruz. Declaramos: Rey sobre toda enfermedad, por Cristo que gobierna somos victoriosos ante todo padecimiento. Las dolencias no menguan su grandeza y majestad.

La tarea está en buscar lo que es del reino de Dios, lo demás será añadido Al leer su Palabra con la iluminación de su Santo Espíritu, obedecemos a su santa voluntad y vivimos a Cristo, somos una expresión de que fuimos trasladados al reino del amado Hijo de Dios. El reino ha sido preparado para todos los hijos del Rey, ya nos bendijo con toda bendición, una bendición eterna, nos queda agradecer a tan gloriosa generosidad de nuestro Padre amoroso.

Oremos

Padre y Rey enséñanos más a ser como tú, a demostrar el carácter de tu Hijo y a exaltar su nombre en todo lo que nos sucede. Eres nuestro Rey de reyes y Señor de señores, trajiste el reino a nuestra vida para que vivamos en plenitud.