La Gracia De Cristo Muestra

A menudo, cuando menos me siento apta para demostrar características semejantes a las de Cristo, es cuando Dios más me llama a hacerlo. Tiendo a quedar atrapada en el drama y la tensión del momento, la "ofensa" que estoy experimentando. Me olvido que Dios usa todas las cosas, tal como las situaciones difíciles, injustas y especialmente las desagradables, para revelar Su gracia.

Hace algún tiempo, una amiga de Facebook lanzó un ataque directo, no solo contra el cristianismo, sino, al parecer, también contra mí. Esto se sintió personal, en gran parte porque la serie de sus publicaciones de odio siempre pasaban después de que ella y yo habíamos pasado tiempo juntas. Lo que más me desconcertó fue el hecho de que nuestra visita había sido agradable, llena de risas e intercambio de historias. A veces, incluso discutíamos de cosas relacionadas con mi fe, lo que siempre provocaba alabanzas dentro de mi. Sin embargo, mis emociones se hundieron cuando menos de un día después, mi Facebook comenzó a llenarse con lo que solo podía asumir que eran las verdaderas opiniones de mi amiga sobre el cristianismo y, por lo tanto, por asociación, sobre mí.

Una tarde, después de haber compartido mi dolor con una dulce consejera, ella gentilmente me respondió: "Ella no está peleando contigo; ella está luchando contra Dios." Me recordé que la batalla que se libraba a mi alrededor todos los días, no es batalla, en última instancia, en la que yo debía pelear. Debía seguir de todo corazón a Jesús; vivir digno de Aquel que había dado su vida para que yo pudiera encontrar la mía. Ya sea que eso signifique decir la verdad, servir o simplemente orar en silencio, mis acciones, cuando las hice en obediencia rendida a mi Salvador, revelaron el poder y la realidad del evangelio. Mi amor frente al odio demostró que la vida se expandía dentro de mí tan claramente como su odio reveló su muerte espiritual.

Este era precisamente el mensaje que Pablo quería que recibieran los creyentes de Filipos. Cuando sufrieron y amaron bien, honraron el evangelio de Cristo, revelaron el poder sobrenatural en su interior y proporcionaron un marcado contraste con todos los comportamientos de sus compatriotas que perecían. Jesús prometió que en este mundo tendríamos problemas. Nuestras luchas no se deben a que lo hayamos estropeado o que Dios nos haya abandonado. Más bien, a menudo son evidencia de que Le pertenecemos. Por lo tanto, que podamos soportar las dificultades con coraje, confianza y unidad, uniendo nuestros brazos para mostrarle al mundo un amor y un poder que desafía la comprensión.

¿Qué le pide Dios que aguante con paciencia, y cómo al hacerlo, podría ayudar a otros a ver a Cristo en usted?

~ Jennifer Slattery