La Gracia De Cristo Muestra
El polvo cubría mi Biblia. Durante mucho tiempo tuve miedo de leerla. Pensé que cuando la abriera, encontraría todas las formas en que Dios estaba decepcionado de mí. Pero sucedió exactamente lo contrario.
Tan pronto como comencé a leer mi Biblia, fue como si Dios me estuviera hablando a través de esas páginas diciéndome que era amada y perdonada.
La paternidad me ha dado una nueva perspectiva sobre el amor de Dios. Pienso en todas las veces que llego a casa del trabajo y entro con la emocionada expectativa de ver a mis hijos. Lo primero que quiero hacer es abrazarlos y recordarles que los amo. Nunca entraría a la casa y comenzaría a gritar todas las cosas que hicieron mal y por qué nunca estaban a la altura.
No significa que no disciplino a mis hijos. Los corrijo cuando arrebatan un juguete de las manos de alguien o cuando usan palabras desagradables porque quiero que se conviertan en personas amorosas.
Han habido ocasiones en las que he sufrido las consecuencias de mis malas decisiones. Donde Dios me ha quitado cosas para darme lecciones y hacerme una mejor versión de mí misma. He aprendido que la disciplina proviene del amor, mientras que la condenación proviene de la falta de perdón. Los buenos padres disciplinan, no condenan.
Y nuestro Padre es el mejor padre de todos. Él desea el bien supremo para sus hijos, y eso es que nos reconciliemos en una relación cercana con Él. No envió a Cristo para alejarnos, envió a Jesús porque nos ama más de lo que podemos imaginar y no quería que nuestro pecado interrumpa más nuestra relación.
Le desafío a buscar una relación con tu Padre celestial, a abrir tu Biblia y escuchar directamente de Él. En lugar de condenación, encontrarás esperanza, amor y perdón: una nueva vida con un Padre que te ama.
Cuando piensas en Dios, ¿imaginas un Padre amoroso o uno que critica y busca errores? ¿Qué te ha ayudado (o podría ayudarte) a formar una visión más precisa de Dios?
~ Andrea Chatelain
Escrituras
Acerca de este Plan
La Gracia de Cristo tiene el poder de cambiarlo todo. No tenemos que esforzarnos, competir, comparar, o cuestionar si estamos a la altura o no. Somos suficientes porque Cristo en nosotros es suficiente. La cruz de Cristo nos libera y nos da poder para ser todo lo que Dios nos creó para ser. Translated by Anita Farwell, Walter Solorzano, y Zoe Howard.
More
Nos gustaría agradecer a Wholly Loved Ministries por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://whollyloved.com