La Gracia De Cristo Muestra
Mi alma se sintió rota. Los abortos espontáneos y la infertilidad me habían dejado deprimida, agotada y dependiente del vino y la cafeína para sentirme viva. No pude arreglarme a mí misma y nadie pudo curar mis heridas. Necesitaba una intervención para mi espíritu; Necesitaba que Jesús fuera real en mi dolor, no solo una rutina de domingo por la mañana.
Así que me rendí e invité a Dios a entrar en mi dolor. Lloré y compartí mi dolor con Jesús. Oré para que Él se hiciera cargo, estuviera cerca, e hiciera Su voluntad en mi vida. Lentamente, Él cambió mi corazón y con el tiempo demostró ser confiable y trabajar por mi mejor interés.
Lo mismo es cierto hoy. Mientras paso tiempo con Jesús en oración o leyendo mi Biblia, Él restaura partes de mi alma, sana heridas o me recuerda que soy amada. Él continúa sacándome de la ansiedad y la depresión a una vida de confianza y paz mientras le entrego todos mis momentos felices y mis penas.
Aunque ahora me siento fuerte y nueva en Cristo, ese no es el final de mi historia. Dios continúa escribiendo el próximo capítulo mientras usa mis heridas del pasado para hacer conexiones con otros que están atascados y quebrados. Mi sanación no fue solo para mi bien, sino para la gloria de Dios. A medida que compartimos nuestras historias, somos una prueba andante de que Jesús es lo suficientemente real y poderoso como para restaurar lo que parece irreparable cuando lo seguimos.
~ Andrea Chatelain
Escrituras
Acerca de este Plan
La Gracia de Cristo tiene el poder de cambiarlo todo. No tenemos que esforzarnos, competir, comparar, o cuestionar si estamos a la altura o no. Somos suficientes porque Cristo en nosotros es suficiente. La cruz de Cristo nos libera y nos da poder para ser todo lo que Dios nos creó para ser. Translated by Anita Farwell, Walter Solorzano, y Zoe Howard.
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Nos gustaría agradecer a Wholly Loved Ministries por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://whollyloved.com