Tras Las Huellas De CristoMuestra

"Seis días antes de la pascua, vino Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, el que había estado muerto, y a quien había resucitado de los muertos.Y le hicieron allí una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban sentados a la mesa con él. Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos;y la casa se llenó del olor del perfume." (Jn, 12:1-3)

En los días previos a la Pascua, las escrituras nos ofrecen momentos de reflexión muy importantes, como es el caso de la cena que organizaron en honor de Jesús, sus amigos, Lázaro, Marta y Maria en Betania. Bien podríamos nosotros también en esta pascua, procurar apartar un tiempo y un lugar para buscar de forma intencional quietud y reposo en Dios, con el fin de celebrar a Jesucristo, nuestro Redentor, y a la vez ofrecerle sacrificios de adoración, como aquel perfume que derramó María de olor grato a los pies de Cristo, como señal de nuestra profunda devoción.

Volviendo a nuestro relato del día, es curioso ver cómo en estos pocos versículos están representados los distintos aspectos del culto: la presencia del Señor, los creyentes resucitados con Cristo, la comunión, el servicio y la adoración.

Marta servía a las mesas o atendía a los invitados y de modo especial a Jesús, expresando de este modo su amor y gratitud para con el Maestro. María, por su parte, tenía su propia manera de manifestar su devoción a Jesús, entregando aquello que para ella era su bien más preciado. Es que, si observamos con atención la forma de adorar de Marta y Maria, descubriremos que en esto consiste la verdadera adoración, en amar a Dios con todo lo que somos y hacemos, es decir, con todo nuestro corazón, con todo nuestro ser y con toda nuestra mente.

Querido amigo/a, "Tras las huellas de Cristo" será una jornada de reflexión donde el conocimiento de la pasión y la obra de Cristo a favor nuestro, será nuestra meta por los próximos días y al final también será nuestro mayor premio.

El apóstol Pablo recurrentemente nos invita a través de sus cartas a construir, edificar nuestra vida sobre una base sólida y bien arraigada en Cristo; con el fin de fortalecer nuestra fe, vivir en la verdad y ser agradecidos (Col 2:7).

La vida es un camino ciertamente. Pero no es un camino incierto y sin destino fijo, sino uno que conduce a Cristo, meta de la vida humana y de la historia. Por este camino llegamos sin duda a encontrarnos con aquel que, entregó su vida por amor y quien nos abrió las puertas a la vida eterna.

Quisiera alentarte a hacer una oración de apertura a Dios, en la cual puedas permitirle al Espíritu Santo impactar tu ser interior, con su amor, gracia y perdón; de forma tal, que tú también puedas, al igual que todos fieles seguidores de Cristo, experimentar, Su profundidad, Su anchura y Su amor en toda su plenitud por ti.

Oremos juntos: Amado Dios y Padre Celestial, estamos agradecidos por tu inmenso amor a favor nuestro, permítenos conocerte, adorarte y amarte con más devoción. Te lo pedimos en el precioso nombre de tu Hijo amado Jesucristo. ¡Amén y amén!

Con amor en Cristo,

Juan Carlos Calle y Equipo Conectar Global.

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