Enraizado en amor: Viviendo la vida cristiana en plenitudMuestra
Uno en Jesucristo
Mientras vamos creciendo en la fe cristiana, sea que iniciamos siendo niños o guiados por el Espíritu Santo más tarde en la vida, recibimos valiosas descripciones acerca del lugar de donde venimos y a donde pertenecemos ahora. Las historias de los antecesores en la fe, las enseñanzas de Jesús y los descubrimientos de los primeros cristianos del significado de la vida, muerte y resurrección de Cristo, todo le da forma a nuestro sentido de identidad. En Gálatas, Pablo lleva a casa sus propias creencias mostrando cómo cada uno es hijo adoptivo y heredero de Dios. Nos enseña que somos uno en Cristo, sin distinción por el pasado, estatus o género. Nuestra adopción nos trae a una relación directa con un Dios amoroso, una que es tierna e íntima, como el mismo Jesús demuestra en conversaciones con Su Padre celestial.
Podemos fácilmente sentirnos alentados por el mundo a perder de vista la fundamental igualdad que tenemos en Dios. Esto debido a cosas como que la injusticia y el racismo son tolerados, o nuestra autoestima puede ser debilitada por experiencias mundanas que nos dificultan creer que Dios realmente nos ama. Pero a pesar del pecado que nos separa de la raíz, lo que Pablo nos está diciendo es que como Dios nos ve es real. Somos hijos de Dios, nos ama y promete estar con nosotros en nuestra vida.
Seamos padres o no, no es difícil imaginarnos leyendo a un niño con amor y ternura; asegurándole que, para quienes los aman y para Dios, son niños especiales y amados. Lo que es más difícil, especialmente si no hemos conocido la segura y amorosa paternidad en nuestra vida, es creer que esto también aplica a nosotros. Pues, es así, somos los hijos amados de Dios: con el Espíritu en nuestros corazones, le pertenecemos a Él en Cristo.
Oración
Sea que hayamos nacido cerca o lejos,
que tengamos mucha o poca experiencia,
somos uno en Jesucristo.
Líbranos del prejuicio
y de la duda,
para que nos vistamos de Cristo
y sepamos que somos los amados hijos de Dios.
Amén.
Preguntas para reflexionar
1. Medita en una situación donde no has sido tratado con igualdad. ¿Cómo enseñarías a las personas que somos hijos de Dios y uno en Cristo?
2. ¿Hay ocasiones en las que has actuado o hablado en prejuicio? Toma tiempo para recordar que Dios nos creó como iguales antes de contestar o reaccionar.
3. En momentos de duda u oscuridad, ¿qué puedes hacer para recordarte que eres un hijo de Dios amado y digno de Su amor?
Acerca de este Plan
¿Cómo vivir vidas más centradas en Cristo? Este Plan de 7 días, basado en Enraizado en Amor, libro de pascua de los obispos de la Diócesis de Londres, está lleno de motivación y esperanza, creado para ayudarte a crecer como discípulo y hallar formas de poner a Dios como centro de tu vida cada día.
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