Enraizado en amor: Viviendo la vida cristiana en plenitudMuestra

Nuevo nacimiento

Nicodemo, fariseo y líder de los judíos, vino a Jesús de noche en una reunión privada y secreta, lejos de los muchos que le rodeaban todo el día. Él estaba en un viaje, como nosotros, pasando de la oscuridad a la luz. Él preguntó: Rabí, sabemos que eres un maestro venido de Dios; pues nadie puede hacer las señales que haces si no está en la presencia de Dios. Jesús respondió: De cierto te digo, nadie puede ver el reino de Dios sin haber nacido de arriba. Jesús, el maestro del juego de palabras, a menudo usaba palabras e imágenes que no eran siempre literales. Las palabras traducidas como "nacido de arriba" (o "nacido de nuevo") debieron haber dejado a los lectores del original tan perplejos como a Nicodemo. ¿Qué significaban?

Años después de la reunión de Nicodemo, Pedro se enfocó en una implicación, al escribir para alentar a los cristianos dispersos en la Turquía moderna. Él explica que el nuevo nacimiento cambia la tristeza en esperanza, una que asegura una nueva ciudadanía actual y una herencia no perecedera e indefinida por venir. Esta esperanza es el regalo a través de la misericordia de Dios. Dado que hemos sido alcanzados por la sangre de Cristo en la cruz, lo que nos separaba de Dios ya no lo hace más. Nuestros pecados son lavados.

Hemos nacido, como Jesús le dijo a Nicodemo, "de agua", un lavamiento simbolizado en el bautismo, por el poder del Espíritu Santo. Es importante resaltar que la esperanza a la que somos introducidos no es optimismo ciego, ni está basada en un deseo o fantasía. Es sobre un conocimiento del futuro, asegurado por la resurrección, que incluye el presente. Y lo hace de una forma que nos sentimos seguros en el aquí y ahora. Este futuro es uno en el que el Reino de Dios se ha establecido totalmente, una vida eterna donde no hay más muerte ni enfermedad. Esta esperanza está guardada para nosotros en el cielo, y mientras pueda irrumpir en nuestro presente, lo esperamos pacientemente hasta verlo por completo. Así mismo, significa ser parte de una nueva familia y disfrutar una nueva ciudadanía, que conlleva mayores beneficios que cualquier cosa que el mundo pueda ofrecer, y que no está ligada a las esperanzas terrenales o problemas.

El autor de Hebreos nos dice que la esperanza es un ancla firme y segura para el alma. Es lo que nos sostiene cuando vivimos en la sombra del sufrimiento y la muerte. Un nuevo nacimiento a través de la resurrección de Jesucristo ofrece esperanza inquebrantable, la posibilidad de un nuevo comienzo y transformación; no solo para un individuo, sino para las comunidades que siguen a Cristo.

Preguntas para reflexionar

1. Busca vida nueva a tu alrededor hoy, bien sea una flor o un bebé naciendo. ¿Qué vida nueva puedes ver?

2. ¿Cómo puedes agradecer a Dios a diario por la esperanza que el nuevo nacimiento asegura?