Enraizado en amor: Viviendo la vida cristiana en plenitudMuestra
Invoca el nombre del Señor
Reconocemos el poder de los nombres y lo que representan. En la carta de Pablo a los cristianos de Roma hay una explicación sustentada de las Buenas Noticias de Jesucristo que responde a las preguntas: ¿Qué es el Evangelio? ¿Para qué lo necesitamos? ¿Podemos ser salvos guardando la ley? ¿Qué significa tener fe? ¿En qué forma la muerte y resurrección de Jesús nos puso a cuentas con Dios? Cuando Pablo llega al capítulo 10, afirma la universalidad de la Buena Noticia: la salvación es para todos. Al invocar el nombre de Jesús, Pablo argumenta, serás salvo: "todo el que invocare el nombre del Señor será salvo".
¡Es un poder muy diferente en un nombre! En el capítulo 9, Pablo completa su demolición de la idea de que guardar la ley puede traer salvación – Israel, que había confiado en la ley, se salvará solo por le fe, como el resto del mundo. De hecho, es absurdo sugerir que una persona puede ser salva guardando la ley; tanto como tratar de elevarte hasta el cielo para hallar a Cristo que ascendió o bajar al abismo para resucitar a Jesús de la muerte. La salvación es más simple que pesquisas sin sentido para buscar a Jesucristo, ya que Él es accesible a todos por fe.
La vida del discipulado no es, por supuesto, una opción fácil; pero hay simplicidad en los primeros pasos del viaje. Pablo cita el Antiguo Testamento: "La palabra está cerca tuyo, en tus labios y en tu corazón", uniendo la necesidad de una creencia interior y una profesión exterior. No hay tal cosa como un cristiano secreto: "si confiesas con tus labios que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo". El poder de la confesión se convirtió, para la iglesia primitiva, en un simple antecedente del Credo: "Jesús es el Señor". El efecto de esta confesión interna y externa es que enraíza el Evangelio en nuestra vida: creemos en el interior y somos justificados (puestos a cuentas con Dios); confesamos con nuestra boca externamente y recibimos por gracia el regalo de Dios de la salvación. El poder del Nombre es transformador.
Preguntas para reflexionar:
1. ¿Hay contextos en los que es difícil ser abierto sobre tu fe? ¿Eres tentado a ser un creyente anónimo?
2. ¿Está el Espíritu Santo impulsándote a ser bautizado o confirmado, si no lo estás aún?
3. ¿Cuál es el próximo paso en tu camino de la fe?
Acerca de este Plan
¿Cómo vivir vidas más centradas en Cristo? Este Plan de 7 días, basado en Enraizado en Amor, libro de pascua de los obispos de la Diócesis de Londres, está lleno de motivación y esperanza, creado para ayudarte a crecer como discípulo y hallar formas de poner a Dios como centro de tu vida cada día.
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