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Antiguo Testamento con Fermín IVMuestra

Antiguo Testamento con Fermín IV

DÍA 34 DE 266

Estos capítulos involucran a Aarón y a sus hijos. Habían sido escogidos para ministrar dentro del tabernáculo. Son ellos los que estarían encargados de las cosas santas, presentar sacrificios y enseñar al pueblo los estatutos de la ley de Moisés.

Qué labor tan honorable, se les había dado un privilegio muy grande pero venía acompañado con mucho riesgo. Necesitaban mantenerse ceremonialmente limpios pues estarían involucrados con todo lo que estaba consagrado, todo lo apartado sólo para el uso santo en el templo.

Así ellos también tienen que ser consagrados. Es interesante los lugares del cuerpo donde son ungidos y tocados con sangre: el lóbulo de la oreja derecha, el pulgar de la mano derecha así como el pulgar del pie derecho. No se nos dice, pero podría ser una referencia a lo santo que debe ser todo lo que escuchan, lo que tocan y su andar diario.

Moisés presentó sacrificios, diferentes tipos de sacrificios a favor de Aarón y sus hijos; sacrificios que simbolizaban dedicación completa, así como cubrir sus pecados y tener comunión con Dios. Los sacerdotes tenían que realizar cada una de estas cosas, pero también el pueblo.

Después de cierto tiempo, ellos tenían que hacer todos estos sacrificios y al terminar sucedió algo que dejaría a todo el pueblo sorprendido y adorando a Dios ¿Qué sucedió? La gloria de Dios apareció frente a ellos y el sacrificio fue consumado por fuego que salía delante de Dios. 

¿Te imaginas que hubieras presenciado eso? Cualquiera de nosotros nos quedaríamos sin posibilidades de explicar lo que acabáramos de ver: la Gloria de Dios frente a nosotros.

Todo lo que había sido construido como parte del tabernáculo, todo el proceso de consagración de Aarón, de sus hijos y de cada utensilio en ese lugar; cada una de esas cosas eran para que esto sucediera: para que Dios se mostrara frente al pueblo. Dios estaba con ellos. 

Qué bendición, pero también qué peligro. Y lo leímos, vimos como la muerte de Nadab y Abiú por ofrecer fuego extraño conmociona a todo el pueblo. ¿Por qué? ¿Por qué, cuando todo estaba resultando perfecto, sucede esto?

Dios nos ha llamado a ser como Aarón y sus hijos, a vivir vidas de santidad; entregados constantemente a Dios, dedicando nuestras vidas y nuestro tiempo. 

Nosotros no tenemos que hacer sacrificios. Jesús ya lo hizo por nosotros. En la cruz, una vez y para siempre, terminó con el pecado y nos santificó. Y lo que se espera de  nosotros es vivir una vida para Dios. Su santidad llegó a nuestras vidas por gracia. No ignoremos ni menospreciemos lo que hizo el Señor para nosotros poder disfrutar de su presencia en nuestras vidas.


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Acerca de este Plan

Antiguo Testamento con Fermín IV

Leamos juntos el Antiguo Testamento y sigamos conociendo y dando a conocer a Jesucristo a través de las Escrituras.

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Nos gustaría agradecer a Semilla de Mostaza por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.semillamexico.com/