Antiguo Testamento con Fermín IVMuestra

Estos 3 capítulos son las instrucciones que Dios le dio a Moisés para la construcción del tabernáculo. Prácticamente es una tienda de campaña, pero no cualquier tienda de campaña. Dios le llama un santuario, porque Dios habitará en este lugar para estar junto a su pueblo en esta travesía por el desierto. Dios no solo le dio las instrucciones. De alguna manera, Dios le mostró cómo sería este lugar. Las referencias están en estos capítulos: “conforme a todo lo que yo te muestre”.

No solo era el lugar, sino que recibió instrucciones para los utensilios y algunos muebles que se tenían que construir y requerían de artesanos para realizarlos. Uno de estos elementos se destaca de todos los demás. Aquel que se le pide que sea puesto en el lugar santísimo: el arca del testimonio. Era una especie de cofre; la intención era guardar las tablas que contenían la ley de Moisés en este cofre. Era especial por qué Dios le dijo a Moisés que sería en ese lugar donde se encontraría Él con su pueblo. Desde allí, Dios le declararía lo que tenía que decirle al pueblo. Incluso recibió detalles acerca de cómo tendrían que ser adornadas las cortinas dentro del lugar santísimo. ¿Qué pretendía Dios? Pretende asemejar el lugar a el jardín del Edén, aquel lugar donde tenía comunión, donde adán y Eva podrían estar en la presencia de Dios.

De alguna manera, Dios los estaba regresando a su comunión con Él en ese lugar, en el lugar santísimo. El día de hoy, no hay que ir a algún lugar para estar en la presencia de Dios; no hay santuario o templo que pueda contenerlo. Es por eso que Dios escogió habitar en todo creyente. Es el sacrificio de Jesús en esa cruz lo que permite que aquellos que creemos no sólo recibamos el perdón de pecados, sino también su presencia en nuestras vidas.

Te animo a que creas en Jesús; que le creas a Él.