Antiguo Testamento con Fermín IVMuestra

Encontramos una gran cantidad de leyes en estos 3 capítulos; leyes que parecen muy diversas pero en realidad están extendiendo los mandamientos que ya le había dado a Moisés; leyes que tienen que ver con las cosas que posee el pueblo. En caso de robo o daño, hacerse responsable no sólo era admitir el daño sino restituirlo; repararlo. Necesitamos considerar esto. Si hemos dañado algo que no nos pertenece, es necesario recuperarlo o repararlo.

Encontramos leyes que muestran lo importante que es para Dios nuestra santidad, no vivir en nuestra soberbia y bajo el poder de nuestros deseos. Y sobre todo, encontramos leyes que protegen a los vulnerables de la comunidad: al huérfano, a la viuda, al extranjero y al pobre.

Así mismo vemos la importancia de no menospreciar a los demás. Cuando los menospreciamos aceptamos rumores, mentiras y nos atrevemos a hacer acepción de personas. También le pidió a su pueblo celebrar 3 fiestas anuales en Jerusalén, cada una de ellas era un recordatorio de su relación con Dios.Incluso Dios les habló de los beneficios de seguirle: protección, bendición y prosperidad. Dios dio a su pueblo todas estas leyes y ellos accedieron a vivir de esta manera. Dios quería que su pueblo fuera un pueblo distinto a todos los demás pueblos; uno que ama y respeta a su Dios pero igualmente ama y respeta a su prójimo.

Hay varias lecciones para nosotros en estos pasajes. Dios quiere que vivamos de una manera distinta a cómo viven aquellos que no le conocen. Ese caminar del creyente se caracteriza por su amor y reverencia a Dios, pero también por amar a aquellos que Dios ama. Somos su iglesia y Dios quiere que vivamos cerca de él, sirviéndole y reflejándole frente a los que están cerca de mí.

¿Estás viviendo así? Es prácticamente imposible, en nuestras fuerzas, vivir de esta manera. Pero teniéndole cerca todo es posible. Recuerda lo que dijo Jesús: Separado de mí, nada puedes hacer.