Antiguo Testamento con Fermín IVMuestra

Después de lo vivido en la porción de ayer, hay un gran temor y éste aumenta cuando Dios les dice: “no iré entre ustedes, porque ustedes son rebeldes.” Cuando yo leo esto, sé que son palabras muy duras pero en realidad es misericordia. Dios es un Dios santo, los va a acompañar pero desde afuera.

La reacción de Moisés me encanta y además me inspira. Moisés no se queda conforme, él quiere estar con Dios y para eso hace un tabernáculo donde se reúne con Dios. Este tabernáculo no es el que ha estado planeando, pareciera que es un tabernáculo provisional sólo para encontrarse con Él. Esto hace que otros lo sigan, que otros salieran del campamento para buscar a Dios. Qué bendición cuando encuentras a alguien que te inspira a buscar a Dios. Esto requiere una decisión; el tabernáculo estaba fuera del campamento, si querías buscar a Dios, tenias que salir.

Moisés habla con Dios íntimamente, eso es lo que quiere decir “cara a cara”. No es que Moisés vea el rostro de Dios, porque más adelante dice que nadie puede hacer esto y vivir. Pero tiene una relación con Dios íntima y vibrante, en la que se comunica muy naturalmente con Él. ¿Alguien quiere lo mismo?

Y aun teniendo esto, ¡Moises aún va más allá! ¿Qué más pide Moisés? Moisés quiere ver la gloria de Dios; él quiere más; él no se conforma. Josue le sigue los pasos, y no se separa de ese lugar.

Dios entonces continúa con las instrucciones, les dice qué hacer cuando lleguen a la tierra prometida. Y se nota que Dios no quiere que vuelvan a repetir lo que ya hicieron; un ídolo, una imagen. Por eso les pide que destruyan toda imagen de fundición. Dios quiere estar con nosotros, no pongamos cosas que nos estorben para acercarnos a Él. 

Moisés no le promete nada a Dios, no promete nada a nombre del pueblo. Moisés apela a la gracia de Dios. Y gracia es lo que Dios Dios para nosotros. ¿Quieres tener una relación con Dios? La puedes tener hoy por medio de la obra de Jesucristo en la cruz. Acércate; acércate más, busca y pide más.