Antiguo Testamento con Fermín IVMuestra

Jacob ha vivido engañado por más de 15 años. Él vio ensangrentada la túnica que le regaló a su hijo favorito. Él mismo concluyó que una bestia lo había devorado. Y ninguno de sus hijos ha revelado la verdad a pesar de verlo sufrir todo este tiempo. Jacob se hundió en tristeza y no puede salir de ahí.

Cuando hay la posibilidad de perder a Benjamin, pareciera que se resigna. Ya no puede haber más dolor para él. Así que, cuando le dicen que José está vivo, le cuesta mucho trabajo creerlo.

Y cuando Dios le habla de nuevo; cuando él deja su dolor y auto compasión; y adora a Dios, Dios le revela que es en Egipto donde se cumplirá la promesa de hacerlos una gran nación.

En ocasiones se nos olvida que los planes de Dios no son como los nuestros. Quisiéramos que Dios siguiera nuestros planes. Y ni nos imaginamos cómo Dios va a hacer su obra en nuestras vidas. Dios prometió hacer de Abraham una gran nación, misma promesa que le dio a Isaac y luego a Jacob. Y lo va a cumplir, pero no creo que Jacob se hubiera imaginado que sería a través de mucho dolor.

Ahora hace el viaje a Egipto junto con toda su familia y se reencuentra con su hijo. Faraón lo recibe, se establece en Gosén y Dios los prospera.

¿Has pasado por un tiempo difícil? Quizás has creído que las cosas iban a ser distintas. ¿Por qué no consideras el día de hoy que Dios está llevando a cabo sus planes en tu vida? ¿Por qué no dejar la auto compasión? Deja la incertidumbre, adora a Dios y confía en sus planes.