Antiguo Testamento con Fermín IVMuestra

Dios se ha revelado a Moisés en una zarza ardiente que no se consumía, y no hay duda que es el Dios de sus antepasados. Pero cuando comienza a darle instrucciones, Moisés comienza con las excusas. “Es que no me van a creer.”
“Es que no sé hablar, soy torpe de lengua.”

Dios le da dos señales para que cuando el pueblo las vea, crean lo que Moisés les ha dicho. Todos somos muy buenos para poner excusas cuando Dios nos llama. Dios nos da instrucciones y comenzamos a escudarnos en nuestras incapacidades e inseguridades.

Créeme, si Dios te llama, Él mismo te va a capacitar. Siempre escuché a mi pastor decir: “Dios no llama a los capacitados, Él capacita a los que llama.” Ya no pongas más excusas. Creé que es Dios quien hará la obra a través de ti, aún cuando lo que te pide parezca imposible para ti. Él es el Dios de los imposibles. Él hace lo imposible posible.

Cuando Moisés acudió a Faraón y le da el mensaje que Dios le envió, las cosas no funcionan; al contrario, comienza a agravarse la esclavitud del pueblo. Comienza ya no sólo ha exigirles, sino a maltratarlos.

Cuando las cosas no sucedan como tú crees que deben suceder, necesitas ser paciente, esperar un poco. Dios va a cumplir sus planes en ti.