Antiguo Testamento con Fermín IVMuestra
Es interesante que las dos historias principales de estos capítulos tienen algunas características similares: hay asuntos sexuales, traición, mentiras y engaño. Pero hay una gran diferencia, Jose actúa de una manera muy distinta a Judá.
El capítulo 38 se enfoca en Judá. El cuarto hijo de Jacob se aparta de su familia y vive toda una historia; consigue una esposa y tiene hijos; sus dos hijos se casan con Tamar y mueren; y Judá engaña a su nuera al no darle su tercer hijo. Es muy extraño. Tamar, al verse engañada, termina engañando a su suegro haciéndose pasar por una prostituta para tener un hijo con él. Cuando Judá se entera que está embarazada, literalmente quiere quemarla pero es sorprendido por Tamar cuando demuestra que es su suegro el padre de sus hijos.
Sólo podría decir algo. El nombre de Tamar esta en la genealogía de Jesus. Podríamos decir que Tamar es familiar de Jesus. Eso me encanta, en la familia de Jesús hay espacio para personas que han engañado, mentido y pecado hasta de las maneras más terribles.
La segunda historia está en el capítulo 40 y está centrada en José, el hermano odiado y vendido por los hijos de Jacob. José llega a casa de Potifar y se convierte en una bendición para él. El texto nos enfatiza que es la presencia de Dios en su vida lo que le hace prosperar; lo que le hace hallar gracia. José es un hombre tan íntegro que Potifar se atreve a entregar todo en sus manos. José es un hombre de Dios.
La esposa de Potifar piensa distinto. Lo ve y tiene todas las intenciones de estar con él íntimamente. José no accede. No es sólo su relación con Potifar lo que lo hace rechazar la tentación, sino la presencia de Dios en su vida. Cuando ella se ve rechazada lo acusa de haber intentado abusar de ella. José termina en la cárcel. Es mi entender que Potifar no le creyó a su esposa. Si le hubiera creído, es muy probable que lo hubiera ejecutado por tal traición.
Los hombres y mujeres de Dios no están exentos de la tentación. Somos tentados continuamente. Sigamos el ejemplo de José y no el de Judá. Resistamos sin importar las consecuencias; valoremos más nuestra integridad y su Presencia que un momento de placer que puede transformarse en un tormento.
No pienses que José termina amargado por lo que le pasó. No, él vive en la presencia de Dios aún en la cárcel, se interesa por los demás y sirve a los prisioneros. En su Presencia hay plenitud de gozo; hay propósito; ¡hay vida!
Escrituras
Acerca de este Plan
Leamos juntos el Antiguo Testamento y sigamos conociendo y dando a conocer a Jesucristo a través de las Escrituras.
More
Nos gustaría agradecer a Semilla de Mostaza por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.semillamexico.com/