Fieles a la voluntad de DiosMuestra

Filosofías y huecas sutilezas

El germen del humanismo es la ideología conocida como filosofía antropocéntrica, que interpreta la vida con el hombre como respuesta, donde, en la medida del hombre, es el hombre en todas las cosas quien busca su propio deleite y bienestar. Así, el orden de Dios no será respetado.

El humanismo tomó fuerza en el siglo XVI en la Europa que con sueños renacentistas y del iluminismo, quisieron traer su forma de razonar la vida. Vemos los vestigios de toda esa manera de entender las cosas desplazando a Dios, en un hijo de ese engendro que es el posmodernismo, es lo mismo pero disfrazado. Nos corresponde ministrar a ese hombre de hoy, ¿Cómo podemos entender al hombre posmoderno? A él va dirigido este mensaje del evangelio eterno, este hombre que ha concebido desde ese humanismo un ateísmo nihilista, donde pretende no apropiarse de nada, pero ser dueño de todo.

Es una contradicción de cómo ese hombre quiere liquidar de forma exhaustiva cualquier injerencia de Dios en los asuntos de su vida y como dice el Salmo 2, que esas tiranías humanas le dirán al Ungido, «desatémonos de él, rompamos sus ligaduras». Posición prepotente de un hombre que no quiere reconocer el señorío y la soberanía de Dios, entonces, construye en su particular forma de pensar, los elementos diversos de la vida.

Parte de esa forma de entender la vida y la fe, ha llegado también a la iglesia, por eso a mucha gente no le interesa lo que saben sino lo que sienten. Se trata de querer sentir la gloria, sentir la presencia, aunque no definan propiamente de qué se trata. De esa forma, no tenemos creyentes serios y sólidos que, con certeza como Pablo, se paren y digan: «yo sé en quién he creído». Con entendimiento de una fe, que tiene certeza de esa fe, que tiene convicción. El avance de este reino y el avance de esta causa se hará no con gente emocionada, sino con creyentes entendidos y comprometidos con el evangelio del reino de Dios.

Es nuestra oportunidad, a través de los medios de comunicación masiva, a una sola voz, no la de un hombre, no la de un ungido, no la de un personaje, sino la de un cuerpo que expresa a Cristo, hacer conocer la gloria de Aquel que lo habita. Aquí queda nuestra responsabilidad de la mayordomía de la creación, la iglesia ha estado ausente en el análisis y en la gestión de administrar esta tierra como el Salmo 24:1a RVC «¡Del Señor es la tierra y su plenitud! ¡Del Señor son el mundo y sus habitantes!». 

El pecado humano es el mismo solo que ha tenido distintas expresiones en cada época de la historia, sigue siendo Adán manifestando su naturaleza con distintos personajes en distintos periodos de la historia, pero la iglesia representa al único y sabio Dios, al Cristo de la eternidad que gobierna la historia, que es el Alfa y el Omega, en quien todo está dado.  

Este plan devocional se basó en la predicación de Basilio Patiño, si deseas ver el video completo, por favor sigue este enlace Clic aquí