Fieles a la voluntad de DiosMuestra

Nuestra responsabilidad con esta generación

Mientras la iglesia de Cristo esté presente en la tierra, es la que representa de forma legal la vida de Dios. Para este mundo hay esperanza y para Latinoamérica un nuevo tiempo, mientras la iglesia de Cristo esté aquí viva. Tiene que estar viva y activa para dar a conocer la multiforme gracia de Dios a todos los estamentos. 

Con un espíritu crítico, con el que podamos examinarnos a la luz del orden y el diseño de Dios. Permitamos que el Espíritu de Dios alumbre nuestro entendimiento y que juntos, podamos crear ese medio para entender los retos y emprender las oportunidades que enfrentamos como iglesia en Latinoamérica. Cada uno, desde la región donde vive, representa al reino de Dios, porque el Señor nos da, en este momento histórico y coyuntural, la posibilidad de participar de sus planes eternos.

Debes sentirte privilegiado porque eres parte de una generación que vio la partida de un milenio y la entrada de otro. Entramos en las fronteras de dos aspectos, de entender la vida que en el cronos probablemente hay elementos que marquen tiempos y estaciones, pero caminando desde un propósito eterno, posicionados en ese kairós, donde toda la voluntad agradable de Dios es consumada y expresada en Cristo Jesús.

Dios nos permite estar en esta hora decisiva de la historia, el siglo XXI, estamos en las primeras dos décadas de un tiempo de oportunidad, que sobrepasa a lo que cualquier otra generación haya vivido. Uno de los efectos que vamos a ver, es que llevaremos la conciencia y la responsabilidad de invertir, sin escatimar esfuerzos, en levantar una generación reformadora y entendida. Empezaremos a ver a nuestros hijos y a nuestros jóvenes que necesitan entrenamiento. El sistema de las tinieblas ha entrenado a sus secuaces, los ha preparado para tocar los escenarios de la política, artes, ciencia, comunicaciones y con una agenda intencional, han logrado con pocos, un efecto mayor. Nosotros somos más, es más poderoso Él que está en nosotros y con nosotros, que el que está en el mundo.

Estamos determinados a formar una generación emergente, que tenga una visión reformadora y que reciba de nosotros una plataforma más sólida, modelos más claros y directrices más precisas. Sabemos que en la medida en que Dios nos ha dado a entender el orden, diseño, naturaleza, operatividad y propósito con su iglesia, estamos para ser colaboradores de Él.