Aprendiendo a pensar sobrenaturalmente Muestra

“Mas nosotros tenemos la mente de Cristo”. 1 Corintios 2:16b

Romanos 12:2 dice que necesitamos transformar nuestra forma de pensar como base para conocer la voluntad de Dios, además de pensar en forma sobrenatural. La meta para el creyente es pensar con la mente de Cristo. Pero es necesario no conformarse – no dejarse moldear – por la cultura del mundo. 

No os conforméis a este siglo nos advierte que el “sistema del mundo” - la cultura popular y la manera de pensar (filosofía, modas, sistemas educativos, ideologías) que está en rebelión contra Dios - tratará de conformarnos a su patrón impío, y ese proceso debe ser resistido activamente.

Si el creyente no abandona la forma de pensar de la cultura y filosofía del mundo, el creyente no podrá caminar en la voluntad de Dios (Romanos 12:2), ni podrá manifestar la sabiduría e inteligencia espiritual (Colosenses 1:9). Estas palabras – sabiduría e inteligencia espiritual – se refieren a aplicar el conocimiento de la voluntad de Dios en situaciones prácticas. Eso es lo que ocurre cuando la mente del creyente cristiano es transformada a través de la renovación (Romanos 12:2): el creyente cristiano “comprueba cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”. 

La sabiduría e inteligencia espiritual nos es dada para poder cumplir la voluntad de Dios. En este contexto el conocimiento no es un fin per se, sino un medio para alcanzar un propósito. Esto queda confirmado en el propósito para el cual el creyente necesita recibir y crecer en sabiduría e inteligencia espiritual: “Para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, fructificando en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios” (Colosenses 1:10).