La preeminencia de CristoMuestra

1. Preeminencia en el gobierno universal – Parte II

c. Cristo es el agente de la creación

Porque en Él fueron creadas todas las cosas. Jesús es el agente y autor responsable de toda creación, y también la meta de toda la creación, por lo que tiene el poder sobre toda la creación. Así lo expresa Hebreos 1:2: “…y por quien asimismo hizo el universo”. El evangelio de Juan también afirma esa verdad: Todas las cosas por Él fueron hechas, y sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho (Juan 1:3).

d. Cristo es el sostenedor de todo lo creado

De acuerdo con el escolar griego A.T. Robertson, la frase todas las cosas fueron creadas tiene la idea de que “siguen creadas” o “permanecen creadas”. Robertson agrega: “La permanencia del universo descansa entonces en Cristo, aún más que la gravedad. Es un universo Cristo céntrico”. En otras palabras, Cristo es el sostenedor y sustentador del universo.

Eso también significa que todo está sujeto a Él, que Él gobierna con autoridad soberana sobre todo lo creado: Sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades.

Y continúa diciendo la carta de Colosenses: Y Él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en Él subsisten (consistir, reunir, agrupar, subsistir). El énfasis no está puesto en la cronología de la creación; sino en la supremacía de Jesucristo sobre la creación. De modo que Cristo es el principio sostenedor y unificador de todo el universo, y por quien son sostenidas y mantenidas las cosas unidas. Sin Cristo el universo no podría tener continuidad. Es Él quien preserva y garantiza su continuidad. Todo lo que existe lo hace por Cristo. Nada, absolutamente nada en el universo existe por sí mismo. Eso incluye también los poderes sobrenaturales. 

Todo esto nos habla de la supremacía de Cristo. Jesús no es simplemente un hombre superior a los demás, sino que verdaderamente está por encima de toda la creación, como sólo Dios podría ser y estar.

La supremacía de Cristo es central para una visión correcta acerca de Él, su obra, y aun para nuestra salvación como creyentes.