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Aprendiendo a vivir sin afánMuestra

Aprendiendo a vivir sin afán

DÍA 6 DE 7

  • La preocupación por lo que ocurrirá en el futuro. Las referencias del versículo 25 a qué se comerá, beberá o vestirá está referida a la preocupación de que estas cosas puedan ser satisfechas en el futuro. Pero Jesús nos exhorta a no estar afanados por el futuro: “Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su propio afán. Basta a cada día su propio mal” (Mateo 6:34).

Si debemos preocuparnos, hagámoslo por las cosas de hoy. La mayor parte de nuestra preocupación es por cosas sobre las que ni siquiera tenemos control y, por lo tanto, es tonto y dañino, porque son cosas que están fuera de nuestra área de influencia. 

Ahora, no estar preocupado por el futuro no es sinónimo de no planificar o no ser previsivo. La amonestación es contra la ansiosa preocupación y el temor paralizante hacia el futuro contra llenarnos de expectativas catastróficas. Esta actitud de ansiedad y preocupación excesiva por el futuro y por los bienes materiales refleja falta de fe y la Biblia dice que “sin fe es imposible agradar a Dios (Hebreos 11:6).

Lo responsable es ser diligentes con nuestros trabajos o negocios y tomar las previsiones para posibles contingencias, como adquirir seguros de vida y de HCM, o tener una cuenta de ahorro, o planificar nuestro trabajo y gestionarlo con diligencia. Lo que necesitamos es ocuparnos, no preocuparnos. Nos os afanéis no implica que no vamos a planear ni a ser precavidos, ni a no ser disciplinados en el trabajo. Ser previsivo no denota falta de fe. El afanarnos por el día de mañana y por obtener dinero, sí lo es. 

Mucha gente no disfruta la vida en el aquí y el ahora – en el presente – porque está demasiado metida en el futuro, sobre todo cuando el panorama luce con mucha incertidumbre y complejidad, como la actual situación de crisis económica, política, de descomposición social y de pandemia. Pero Jesús nos llama a descansar en cuanto a nuestro futuro en Dios. 

Basta a cada día su propio mal nos recuerda la importancia de vivir el día presente. Dios quiere que recordemos el pasado, planeemos para el futuro, pero vivamos en el presente.

Día 5Día 7

Acerca de este Plan

Aprendiendo a vivir sin afán

Afán, estrés, ansiedad. ¿Qué le sugieren estas palabras? La persona afanada tiene la mente dividida, como estirada desde diferentes direcciones. Ahora, el afanarse no va a arreglar sus problemas, ni va a resolver o suplir sus necesidades. Por el contrario, los va a agravar, en el sentido de que le va a anular y neutralizar en su capacidad de resolverlos. Lo que necesitamos es descansar de nuestras incertidumbres en Dios.

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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://vidaefectiva.com/