Sanidad del almaMuestra
Enfermedad número cuatro: maledicencia
La Palabra es clara cuando nos dice que de la abundancia del corazón habla la boca; lo interesante es que la Palabra corazón y alma están tan íntimamente ligados que uno está dentro de la otra.
Recordemos lo que la Palabra nos advierte en Efesios 4:31: “Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia”. La maledicencia es definida como la acción o hábito de maldecir (denigrar) a los demás; es así como este es un síntoma de un alma enferma porque demuestra gran odio hacia las demás personas, lo cual es totalmente contrario a lo que la Escritura nos dice que hagamos.
Recordemos que la Palabra nos dice en Mateo 5:43-45: “43 »También han oído que se dijo: “Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo.” 44 Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, y oren por quienes los persiguen. 45 Así ustedes serán hijos de su Padre que está en el cielo; pues él hace que su sol salga sobre malos y buenos, y manda la lluvia sobre justos e injustos”. Este mandato nos lo dio Quien en la Cruz del Calvario fue capaz de pedir por quienes lo estaban matando; levantó sus ojos al cielo y dijo: Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.
Sé que no es fácil dejar de maldecir a quienes nos lastiman, sin embargo, cuando somos verdaderamente capaces de bendecir a quienes nos maldicen y hacen daño, entonces, nuestra alma verdaderamente será sana porque demostramos compasión, amor, misericordia, elementos que, hoy, el mundo toma como debilidad, pero que son atributos de Cristo, a Quien debemos imitar. Te invito a que pienses en quienes te lastimaron alguna vez y ores conmigo:
Amado Padre, en este día, nos presentamos delante de tu presencia, en el nombre de Jesucristo, para pedirte por aquellas personas que alguna vez nos lastimaron, por aquellos que profirieron palabras de maldición en nuestra contra; te pedimos bendición sobreabundante en sus vidas en los ámbitos físico, espiritual y material; que les cubras con tu manto y les ayudes en todo tiempo; ayúdanos a tener sanidad en nuestra alma y que seamos capaces de perdonarles de todo corazón, amén.
Escrituras
Acerca de este Plan
Muchas veces, tenemos el alma atribulada a causa de que está enferma. En este devocional, veremos algunos síntomas de un alma enferma y cómo lograr tener sanidad en ella a la luz de la Palabra.
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Nos gustaría agradecer a Ministerio tu Pan diario por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.youtube.com/channel/UCMlVsOgxkrRCIyryigj8Law?view_as=subscriber