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Reconociendo nuestra necesidad
Las bienaventuranzas. Sobre ellas podríamos decir que son desafíos que Dios nos da en su Palabra para poder ser verdaderamente felices. Al fin y al cabo, eso es lo que significa “bienaventurado”: feliz. Jesús proclama en Mateo 5:3, “Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos”. ¿Qué quiso decir con estas palabras? ¿Acaso no es lo contrario? ¿Que seamos ricos en espíritu para llegar al cielo? Diferentes versiones bíblicas correspondientes a este versículo en lengua moderna dicen así:
“Felices los de espíritu sencillo, porque suyo es el reino de los cielos” (Mt 5:3 BLP).
“Afortunados los que reconocen su necesidad espiritual, porque el reino de Dios les pertenece” (Mt 5:3 PDT).
Con estas dos versiones, podemos entonces comprender mejor el mensaje de Jesús. Ser “pobre en espíritu” significa reconocer la necesidad de Dios en tu vida y que necesitas de Su presencia completamente. Un "pobre" es aquel que carece, que no tiene todo y requiere de ayuda. Entonces, para poder lograr que Dios llene tu vida, necesitas estar dispuesto a ser pobre en espíritu, a vaciarte de ti mismo y a darle espacio a Él.
Cuando te rindes al Señor y le permites entrar, esa es la oportunidad que el Espíritu Santo tiene para empezar a transformarte y prepararte para el Reino de los cielos. Ser pobre en espíritu es el resultado de un encuentro verdadero con Dios. Asimismo, cuando voluntariamente deseas ser pobre en espíritu, estas siendo dispuesto a ser humilde. Si pones la palabra “humilde” en lugar de la palabra “pobre” en el versículo, también puedes entender lo que Jesús dice.
En otras palabras, cuando venimos a Dios, debemos darnos cuenta de nuestro propio pecado, de nuestro vacío espiritual y nuestra pobreza. No debemos estar satisfechos u orgullosos en nuestros corazones, pensando que realmente no necesitamos de Dios. Si esto hacemos, Dios no puede bendecirnos, ni mucho menos hacer Su trabajo en nosotros. La Biblia dice: “Dios se opone al orgulloso, pero da gracia al humilde” (Sant 4:6 PDT). Esto es lo contrario a ser pobre en espíritu; el ser orgulloso es el resultado de nunca haber tenido un encuentro verdadero con Dios.
Reconocer nuestra necesidad y librarnos de nuestro orgullo no es tarea fácil. ¡Pero sé perseverante para vencer! Que la ultima parte de esta bienaventuranza siempre te brinde felicidad, esperanza y valor: “…porque de ellos es el reino de los cielos”. ¡La recompensa como hijos de Dios es maravillosa! Pídele siempre al Señor que te ayude a ser pobre en espíritu y que lleve a cabo una transformación en ti.
¡Nos vemos mañana, VENCEDOR!
Abby Garza - @abbyg0506
Escrituras
Acerca de este Plan
En 10 días, disfruta grandes enseñanzas sobre las Bienaventuranzas y únete al equipo de los Vencedores. Plan producido con el aporte de escritores invitados. Creado y dirigido por Isaías y Lautaro Silva.
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Nos gustaría agradecer a Twins Ministry por proporcionar este plan. Para mayor información por favor visite: https://www.instagram.com/losmellissilva/