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Llegar al corazón

El corazón es un órgano sorprendente, ¿no? Es realmente el centro de comando, ya que si no funciona, estamos en problemas. Es responsable de bombear 1.5 galones de sangre a través de nuestros cuerpos cada minuto, lo que nos permite vivir y movernos, y existir en esta tierra. Pero hay más del corazón que solo hechos científicos.

Nuestros corazones son el sitio secreto de nuestras almas, donde nuestras emociones y recuerdos chocan. Nuestros corazones guardan nuestros miedos, deseos, anhelos, sueños. Ellos aislan nuestras heridas, enconan nuestras amarguras y alimentan nuestras pasiones.

A pesar de que reconocemos que nuestro cerebro es el lugar del razonamiento, lógica y toma de decisiones, las Escrituras a menudo hablan del papel que desempeña el corazón. A lo mejor esta es la razón por la cual estamos llamados a guardar nuestros corazones con tanto cuidado. Necesitamos considerar lo que entra, lo que mantenemos encerrado dentro y lo que sale, porque como centro de comando, afecta todos los aspectos de nuestras vidas.

Mientras nos podría gustar engañarnos a nosotros mismos cuando se trata de lo que sucede en nuestros corazones, el Señor nos promete que Él nos ve claramente. Entonces, ¿cómo sería poner tu corazón al descubierto ante Dios? Imagina lo increíble que se sentirá sacar toda esa basura y vivir con un corazón ligero y sin carga mientras Dios lleva por ti todo lo que realmente no puedes manejar.

Atrapa y transforma

1. Si Dios y tú hablaran sobre lo que estuviera sucediendo en tu corazón hoy, ¿qué te tendría que decir?

2. ¿Qué hay guardado en tu corazón que realmente te gustaría descargar de una vez y por todas?

3. ¿Con qué te gustaría que Dios llenara tu corazón? ¿Alegría, paz, paciencia, esperanza, coraje?