FE. ESPERANZA. AMOR.

Por Annie Harley

"Ahora, pues, permanecen la fe, la esperanza y el amor. Pero el amor es el más importante".—1 Corintios 13:13 (NVI)

La fe, la esperanza y el amor son las tres características que definen a los seguidores de Cristo. 1 Corintios 13:13 explica que aunque todo lo demás se desvanezca, la fe, la esperanza y el amor permanecen. El pastor David Guzik dice: "Los tres grandes objetivos de la vida cristiana no son 'los milagros, el poder y los dones'. Son la fe, la esperanza y el amor". A lo largo de las Escrituras, estas tres cualidades se encuentran juntas (Gálatas 5:5–6; Colosenses 1:4-5; 1 Tesalonicenses 1:3, 5:8; 2 Timoteo 1:12–13; 1 Pedro 1:21–22).

La fe es "la realidad de lo que esperamos; es la evidencia de las cosas que no podemos ver". (Hebreos 11:1 NTV). Según las Escrituras, la fe y la esperanza son inseparables. No se puede tener fe sin la esperanza de salvación, y es imposible tener esperanza sin creer en fe. El amor es descrito como el más grande porque fue por amor al mundo que Dios envió a Su hijo Jesús a morir y ser resucitado de la muerte, venciendo el pecado, para que pudiéramos experimentar una vida de fe y esperanza. El amor es un atributo de Dios. (1 Juan 4:8). 

La fe y el amor parecen objetivos muy obvios de la vida cristiana. Sin embargo, la esperanza puede parecer, a menudo, un concepto esquivo. Puede ser confusa. La esperanza puede sentirse como cruzar los dedos y esperar lo mejor. Y así es exactamente como muchas personas ven la esperanza. A menudo, equiparamos la esperanza con meros deseos en los que el resultado es desconocido. Pensamientos tales como, Espero que no llueva mañana o Espero que mi amiga no reciba malas noticias sobre su salud.  

Pero eso no es la palabra bíblica. La idea detrás de la palabra que traducimos como esperanza en el Nuevo Testamento es que esta es como un ancla para nuestras almas. No se trata de meros deseos, sino de una expectativa confiada. ¡Es una alegre certeza! Como seguidores de Cristo, la esperanza es tener confianza en que Dios es quien dice ser, lo cual origina la expectativa de que Él hará lo que dice que hará. La confianza se encuentra en el carácter de Dios. A medida que aprendemos quién es Dios a través de la lectura de la Palabra, podemos tener la expectativa de que Sus promesas son verdaderas. 

La esperanza bíblica siempre está arraigada al futuro. A lo largo de todas las Escrituras, la esperanza siempre apunta a lo que está por venir. Da perspectiva para ver más allá del momento actual. Sea lo que sea que estés atravesando en este momento, anímate a esperar con una expectativa confiada.

Durante los próximos doce días, estaremos confiadamente expectantes. Al leer el devocional de cada día, oramos para que "el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz al confiar en Él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo" (Romanos 15:13 NVI).

Detente y reflexiona: ¿En qué área necesito esperanza?

Practica: En tu diario, escribe en qué área de la vida necesitas esperanza. 

Ora: Pídele a Dios que te dé una expectativa confiada en quién es Él y en Sus promesas.