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[Serie El Nuevo Pacto] Dios y el nuevo pacto Muestra

[Serie El Nuevo Pacto] Dios y el nuevo pacto

DÍA 6 DE 7

El pacto Davídico

Hay un hombre que tocó el corazón de Dios, su nombre era David. Conocemos su historia a través de los libros históricos de la Biblia. En ellos, podemos ver que, cuando el profeta Samuel fue enviado por Dios para ungir al futuro rey de Israel a la casa de su padre, David no fue tomado en consideración ni siquiera por su propio padre. ¿Puedes imaginar que un profeta entre en tu casa para ungir como rey de la nación a alguien de tu familia escogido por Dios, y que ni siquiera tu padre te tenga en cuenta? Doloroso, ¿verdad? Sin embargo, Dios vio en este joven algo que no había en nadie más en todo el territorio de Israel: un corazón rendido ante Dios.

David conquistó el corazón de Dios porque había encontrado la llave que abre las puertas hacia la presencia de nuestro amado Padre del cielo: la adoración. El pacto que Dios estableció con David fue un pacto incondicional, en el cual Dios prometió a David un linaje real sin fin: un trono y un reino que durarían para siempre. En la declaración de este pacto, Jehová se reserva el derecho de interrumpir el reinado de los hijos de David, si era necesario el castigo, pero la perpetuidad del pacto no podía ser quebrantada.

Cristo, el eterno Hijo de Dios e Hijo de David, siendo el justo heredero de aquel trono y el Único que se sentaría en aquel trono para siempre, completa el cumplimiento de esta promesa hecha a David, en la cual Dios estipula que un hijo se sentaría en ese trono y su reinado no tendría fin (Lucas 1:31-33). 

En el antiguo pacto, el pacto Davídico era el punto más alto y el desarrollo más pleno de la promesa hecha del reino de Dios en la tierra. El pacto se hizo con David como rey y representante de la nación. Si al rey le iba bien, Israel era bendito; si fracasaba, Israel fracasaba. El rey era hijo de David tanto como Hijo de Dios. El rey era ungido con el Espíritu Santo y a él se le daba un trono o dominio eterno.

Dios profetizó que el Mesías vendría a través de la simiente de David y, en este pacto, Cristo es tipificado en el hijo de David, que se sentaría para siempre en el trono y su reino no tendría fin. Sin lugar a dudas, no está hablando de Salomón, ni de ninguno de los otros hijos de David, sino de Jesús, Quien vendría de la descendencia de Judá, como el hijo de David (Mateo 9:27; 12:22-23; 15:22; 20:30-31; 21:9; 22:42-45). 

A través de la lectura de hoy, te invito a que reflexiones y prestes atención al canto de adoración que nace en lo más profundo del ser de este rey que tocó el corazón de nuestro bendito Señor. Este salmo es un canto de adoración que conmoverá tu vida. ¡Adoremos en espíritu y en verdad!

Día 5Día 7

Acerca de este Plan

[Serie El Nuevo Pacto] Dios y el nuevo pacto

Las riquezas de la verdad presente. reveladas en el nuevo pacto. son un derecho legal de la justicia de Dios adquirido para los creyentes por medio de la obra perfecta y completa de Cristo mediante su muerte y resurrección. Únete a nosotros para descubrir el plan eterno que nuestro Dios de pactos estableció con la humanidad a través de la historia en su infalible, eterna y perfecta voluntad.

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Nos gustaría agradecer a American Bible Society / El Centro Network por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.americanbible.org