[Serie El Nuevo Pacto] Dios y el nuevo pacto Muestra
El pacto Noético
¿Recuerdas escuchar la historia del arca de Noé cuando eras pequeño? La humanidad se encontraba “sumergida” en pecado. Había violencia por doquier, sumado a que la humanidad se había multiplicado en gran manera. Como resultado, Dios determinó que el hombre viviera hasta un máximo de 120 años (Génesis 6:3), ya que se había entristecido al ver que los pensamientos que dominaban la mente de todos eran de designios de continuo mal.
En toda la humanidad, solo un hombre halló gracia delante de Dios: Noé. Dios decidió raer con la maldad que se había multiplicado en gran manera y estableció un pacto con Noé y sus hijos, en el cual, repitió algunos rasgos del pacto Adámico e introdujo un nuevo principio de gobierno humano, como un medio de frenar el pecado: la pena capital, para aquellos que tomaran la vida de otro hombre. El pacto Noético es igual al pacto Adámico, en cuanto a que este también era incondicional y revelaba el propósito de Dios para la generación subsiguiente a Noé.
Además, Dios reafirmó el orden normal de la naturaleza, como vemos en Génesis 8:22, donde Dios dijo: “Mientras el mundo exista, habrá siembra y cosecha; hará calor y frío, habrá invierno y verano y días con sus noches”. Noé y sus hijos recibieron el mandato de multiplicarse, de ejercer dominio sobre la tierra y también les fue permitido comer verduras y carne sin sangre (9:4).
Algunos teólogos llaman al pacto con Noé: el "Pacto de la preservación", pues mediante el mismo, Dios condenó a toda la humanidad maligna y perversa arrasándola bajo el diluvio, pero preservó a Noé, su familia y los animales, reiterándole al hombre la responsabilidad de sojuzgar la tierra y gobernarla.
En este pacto, Dios prometió no volver a destruir al hombre y a los animales por el agua y formó el arcoíris, como señal de su fidelidad. Podemos ver a Cristo tipificado por medio del arca, que fue un diseño divino, cuyas medidas, materiales y forma, Dios mismo estableció. El arca tenía una sola puerta por la cual podían entrar todos los que querían ser salvos del juicio. La puerta del arca nos recuerda las palabras de Jesús: “Yo soy la puerta: el que por mí entre, se salvará...” (Juan 10:9 DHH).
La próxima vez que veas el arcoíris después de la lluvia, no olvides el pacto que Dios estableció con nosotros siglos atrás y piensa en su infinita fidelidad. Piensa en su inconmensurable amor por nosotros. En la cruz, Jesús nos brindó el acceso al Padre a través de su sacrificio y estableció el nuevo pacto de redención perfecta.
Escrituras
Acerca de este Plan
Las riquezas de la verdad presente. reveladas en el nuevo pacto. son un derecho legal de la justicia de Dios adquirido para los creyentes por medio de la obra perfecta y completa de Cristo mediante su muerte y resurrección. Únete a nosotros para descubrir el plan eterno que nuestro Dios de pactos estableció con la humanidad a través de la historia en su infalible, eterna y perfecta voluntad.
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Nos gustaría agradecer a American Bible Society / El Centro Network por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.americanbible.org