[Serie El Nuevo Pacto] Dios y el nuevo pacto Muestra

El pacto Abrahámico

El pacto Abrahámico es una de las grandes revelaciones de Dios concernientes a la historia futura. Se le considera el protoevangelio, porque en él, fueron dadas profundas promesas a lo largo de tres líneas.

Primero, la promesa de que Abraham tendría gran descendencia y mucha bendición personal, que su nombre sería grande y que él personalmente sería una bendición.

Segundo, a través de Abraham fue hecha la promesa de que emergería una gran nación. En el plan de Dios, esto tiene referencia primeramente a Israel y a los descendientes de Jacob, quienes formaron las doce tribus de Israel. A esta nación, le fue dada la promesa de la tierra, pero espiritualmente hablando, esa descendencia apuntaba a todos los redimidos que conforman el verdadero pueblo de Dios, que son la nación santa.

Una tercera área principal del pacto, fue la promesa que por medio de Abraham vendría bendición al mundo entero. Tendría su cumplimiento en que Israel sería el canal especial de la revelación divina de Dios, la fuente de los profetas, quienes revelarían a Dios y proveerían de la Escritura a los seres humanos. En forma suprema, la bendición a todas las naciones sería provista a través de Jesucristo, quien sería un descendiente de Abraham. 

El pacto con Abraham, como el Adámico y el Noético, es incondicional. Dios confirma este pacto pasando a través de los animales, de ese modo se comprometió unilateralmente con Abraham bajo pena de muerte (Génesis 15:17-18). Dios da la circuncisión a Abraham y a su descendencia (Génesis 17:10-13), como señal del pacto, simbolizando la necesidad de cortar el pecado en el corazón y señalando la muerte de Cristo en la cruz (Colosenses 2:11-12). 

Este pacto fue cumplido en Cristo; todos aquellos unidos a él por la fe, tanto judíos como gentiles, llegaron a ser hijos de Abraham (Gálatas 3:26-29). 

Cristo es tipificado en este pacto por medio del hijo de la promesa, quien fue pedido en sacrificio, Naturalmente era Isaac, pero espiritualmente era Jesús, en Quien serían benditas todas las familias de la tierra.

¡Qué maravilloso es ver el plan de Dios revelado desde el principio de los tiempos! Dios tenía en mente salvar a toda la humanidad a través de una familia, que se convirtió en un pueblo, que escribió y preservó la Palabra de Dios y fue la semilla de la cual descendió el Salvador del mundo. ¡Cuán maravillosas son las obras de nuestro Padre Celestial!