Aceptación: Encuentra Tu LugarMuestra

Jesús anima a sus discípulos

«No dejen que el corazón se les llene de angustia; confíen en Dios y confíen también en mí. En el hogar de mi Padre, hay lugar más que suficiente. Si no fuera así, ¿acaso les habría dicho que voy a prepararles un lugar? Cuando todo esté listo, volveré para llevarlos, para que siempre estén conmigo donde yo estoy. —Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí. Si me aman, obedezcan mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro Abogado Defensor, quien estará con ustedes para siempre. Cuando el Padre envíe al Espíritu Santo—, él les enseñará todo y les recordará cada cosa que les he dicho y también ustedes deben dar testimonio de mí».

Jesús abrió su corazón a sus discípulos. Les dio seguridad para que su confianza estuviera en él a pesar de lo que sucediera. Les mostró el camino para llegar al Padre celestial: Jesús. Él es el camino. También les hizo ver que él es la vida. La vida a la que se refería no era solo la terrenal, que es importante, sino que hablaba de la vida más importante, la espiritual. No hay vida espiritual, sino en Jesús.

A Jesús le interesa nuestra obediencia. Por eso lo mencionó con seguridad: «Si me aman, obedezcan mis mandamientos». Para Jesús está claro que, si lo amamos, lo obedecemos. No tanto en que lo digamos, aunque es bueno decirlo, pero si le dices que lo amas, pero haces cosas diferentes a las que él te manda, entonces no es amor. Mira el ejemplo de Judas Iscariote. Él estaba con Jesús todo el tiempo como los demás discípulos, pero entregó a Jesús dándole un beso. 

¿Cómo muestras el amor a Jesús? Obedeciéndolo. Haciendo lo que él dice. Obedeciendo sus mandamientos. Tomando las decisiones de acuerdo con lo que Jesús enseñó. 

Reflexiona

¿Obedeces a Jesús en tus decisiones y en tu actuar? Jesús espera que ames a los demás. Jesús espera que ames a tus padres y los obedezcas. A Jesús le agrada que ames al Padre celestial. Jesús se deleita en tu obediencia.