[Serie Sublime amor] Siempre discutimosMuestra

¡Todo matrimonio tiene conflictos!

El día de ayer, les comenté que Kelly mi esposa, no ofende a nadie, aun así, las cosas que más me han llegado a molestar, son las que ella ha hecho o dicho, aun cuando no son intencionales. ¿Por qué? Porque nos amamos más que a nadie y estamos cerca más tiempo. Basta que estés cerca de otra persona para que te ofendas, ¿por qué? Porque eres un pecador.

Mucha gente piensa que el matrimonio es color de rosa y que, por ser una relación entre cristianos, absolutamente todo va a salir bien. Te dicen cosas como: «Cristo te va a bendecir y a dar una vida abundante, con Cristo todo es posible», y es cierto, pero cuando llegamos al matrimonio con otra persona que ama a Jesús, lo que menos esperamos es tener conflictos y no es así. En el capítulo del amor, 1 Corintios 13, dice que el amor no guarda rencor, es decir, que no lleva un registro de las ofensas recibidas. ¿Qué significa eso? Significa que la persona a la que amas te va a ofender. En una relación de amor hay ofensas, todos los matrimonios tienen conflictos. El matrimonio no fue diseñado para tu comodidad, el matrimonio fue diseñado para tu santidad. Mi papá siempre dice, «¿quieres ser más santo? ¡Cásate! ¿Quieres ser más santo aun? ¡Ten hijos!» Ahí te santifica el Señor, ¿por qué? Porque estás cerca de alguien que está sacando de ti las peores cosas, las más oscuras, las más difíciles y las más feas; pero no para avergonzarte, sino para que Jesús las sane.

Una vez más, todos los matrimonios tienen conflictos, pero la diferencia entre un matrimonio sano y un matrimonio que no lo es, no son los conflictos, sino como los manejan. Mi esposa y yo tenemos muchos conflictos, no obstante, somos un matrimonio sano, pues, por la gracia de Dios hemos aprendido a manejarlos. ¡Todo matrimonio va a tener conflictos! Yo lo digo así: «Casarse, es como un tren yendo en una dirección a toda velocidad, que se encuentra con otro tren en las mismas vías, pero viniendo en sentido contrario y también a toda velocidad. ¡Bum! Tremenda explosión». Entonces, viene la pregunta: ¿con quién me casé? Todo matrimonio tendrá conflictos, la diferencia será como los manejan.

Ahora bien, si no estás casado, este devocional te puede ayudar con tus hermanos, con tus papás, en el trabajo, etc. Manejando los mismos principios, nos va a servir para manejar todas nuestras relaciones.