[Serie Sublime amor] Siempre discutimosMuestra

Las ofensas más profundas, nos llegan de las personas más cercanas

Cantar de los cantares, habla de un amor sublime, de un hombre y una mujer en matrimonio, y a su vez, nos muestra un cuadro del amor de Dios por la iglesia. En devocionales anteriores, hemos hablado acerca de la atracción, la amistad, el salir siendo amigos y la boda.

Hoy vamos a hablar acerca de algo diferente, ya Salomón y la sulamita fueron amigos, fueron novios, se casaron y tuvieron su luna de miel. Ahora, vamos a ver qué sigue, esto es la realidad del matrimonio. Vamos a estudiar el tema, «siempre discutimos».

Al capítulo 13 de la primera carta a los corintios, se conoce como el capítulo del amor, es una porción buenísima, si algún día tienes problemas con alguien, lee este capítulo. «El amor es paciente y bondadoso. El amor no es celoso ni fanfarrón ni orgulloso ni ofensivo. No exige que las cosas se hagan a su manera. No se irrita ni lleva un registro de las ofensas recibidas. No se alegra de la injusticia, sino que se alegra cuando la verdad triunfa. El amor nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia».

¿Cuál es la ofensa que más te ha dolido? ¿La que más te ha calado? Esa que con tan solo pensar en el nombre de la persona te hierve la sangre, ¿cuál es esa ofensa? Usualmente las ofensas más profundas, nos llegan de las personas más cercanas, la persona que más amas es la que más te va a ofender, porque la que más amas es la que mayor lugar tiene en tu corazón. La ofensa más grande que llegamos a recibir los casados viene de parte de nuestro cónyuge.

Antes de dar esta enseñanza, yo estaba pensando, ¿cuál es la mayor ofensa que Kelly me ha hecho? Yo la quería exponer, pero mi esposa es un pan de Dios, ella se guarda mucho para no ofender, es como si la ofensa no fuera parte de su lenguaje, incluso si siente que dijo algo más o menos ofensivo, inmediatamente dice «no te quise ofender», ella es la persona más linda del planeta. Por el contrario, yo… A mí me pusieron chile en el biberón, tengo la sangre muy caliente, soy rápido para reaccionar y decir cosas, y la verdad, yo soy el que más ha ofendido a mi esposa en su vida.