[Serie Máximo Gozo] El fruto de la comunión Muestra

¿Luciérnagas o cucarachas?

Recuerdo que cuando era pequeño, correteábamos con un frasco de vidrio para atrapar a las luciérnagas y poníamos veinte o treinta en un frasco con agujeros para hacer entrar el aire en la parte superior. Era divertido verlas brillar. O incluso dejar que caminaran alrededor de nuestros brazos o dedos. Pequeñas criaturas inofensivas. Se preocupan por sus propios asuntos, no contagian enfermedades, no dejan marcas de colmillos, no son vampiros furtivos y no roban tu comida. Lo mejor de todo, como dijo el joven Wordsworth, hacen "agujeros en la oscuridad".

Mi pregunta para ti hoy es: "¿Prefieres ser una cucaracha o una luciérnaga?" ¿Qué es lo que hace que algunos cristianos brillen en la oscuridad, mientras que otros se mezclan tanto que son indistinguibles de la oscuridad que los rodea? Nacimos cucarachas, pero nacemos de nuevo como luciérnagas. Entonces, "¿Cómo puedo ser una luciérnaga para Cristo?"

Juan no solo habla acerca de la relación y la comunión con el Padre y Jesucristo. En la sección que estamos ingresando hoy, aprenderemos acerca de la fuente de poder que ayuda a mantener el gozo que experimentamos cuando nos deleitamos en la comunión con nuestro Padre: el Espíritu Santo.

Juan piensa en las promesas de Jesús dadas en la Última Cena, en particular la promesa de un Ayudador que nos guiará a toda verdad. Para ello, Juan desarrollará el tema en 3 secciones:

1. Vivir con el Espíritu Santo (3:24).

2. Buscar al Espíritu Santo (4: 1–3).

3. Escuchar al Espíritu Santo (4: 4–6).

En la primera sección, vivir con el Espíritu Santo, volvemos una vez más a nuestro tema de la comunión, no de la relación. Nota la palabra clave del versículo: permanecer.

¨El que obedece sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él. ¿Cómo sabemos que él permanece en nosotros? Por el Espíritu que nos dio.” (3:24 NVI).

La palabra "permanecer" se usa 14 veces en el Evangelio de Juan y 24 veces en 1 Juan. Este uso de "permanecer" comenzó en 2:6 y continúa mostrando una imagen de intimidad y comunión. Por lo tanto, permanecer en Él es conocerlo íntimamente y conocer a Dios íntimamente es equivalente a guardar Sus mandamientos.

¿Cuál será la prueba, la manifestación de Él en nosotros? El Espíritu Santo será una señal para nosotros de que estamos en comunión con Dios, cuando moramos en Jesús. Cuando moramos y disfrutamos de Su presencia, somos como luciérnagas. Su fruto está en nosotros y disfrutamos ser quienes somos, manifestando la gloria del Señor en medio de la oscuridad.