[Serie Máximo Gozo] El fruto de la comunión Muestra
El néctar de vida
La profundidad de los versículos sobre los que vamos a meditar hoy es abrumadora. Mi consejo es, abre tu corazón y permite que el Espíritu Santo te hable. Hasta ahora, hemos visto cómo el pecado nos impide ser quienes realmente somos como hijos de Dios, y cuánto nos impide nuestra comunión con Dios y la manifestación de Su gloria en y por medio de nosotros.
Juan ahora enfrenta la segunda barrera, odiar a nuestro hermano; y nos instruye a amar correctamente, el tipo de amor que proviene de Dios, el amor verdadero y sacrificial. En 1 Juan 3:10b–18 nos da una exhortación a amar (10b–11), una explicación sobre el amor (12–16) y una expresión de amor (17–18). Veamos estas verdades una por una:
Exhortación al amor– “El que no practica la justicia no es hijo de Dios; ni tampoco lo es el que no ama a su hermano. Este es el mensaje que han oído desde el principio: que nos amemos los unos a los otros” (3:10b-11 NVI).
Como hijos de Dios, no solo practicamos la justicia, sino que también amamos a nuestro hermano. Este es el mensaje que los apóstoles habían escuchado desde el principio, es el mensaje que Jesús dio después de la última cena (Juan 13) cuando recibieron el nuevo mandamiento, de que debían amarse como Jesús los había amado. Es muy claro que Juan nos está llamando a amar, pero, ¿qué significa eso? ¿Cómo?
Explicación sobre el amor– “No seamos como Caín que, por ser el maligno, asesinó a su hermano. ¿Y por qué lo hizo? Porque sus propias obras eran malas, y las de su hermano justas” (3:12 NVI).
El paralelismo que Juan está presentando es la hermandad. Un hermano tiene problemas con el otro. Los ejemplos que vienen a nuestra mente son innumerables. Por esta razón, Juan nos advierte: "El que odia a su hermano es un asesino, y ustedes saben que ningún asesino permanece en la vida eterna" (3:15 NVI).
La imagen que Juan está mostrando es muy fuerte. Cuando odiamos a otro hermano cristiano, tenemos la misma actitud que tuvo Caín. Esta persona claramente no está disfrutando de la maravillosa vida abundante (comunión) que Cristo ofrece en la tierra. Esta persona está siendo devorada por el cáncer del odio hacia otro hermano o hermana y seguramente tiene una existencia miserable.
Entonces, ¿cómo explica Juan el principio del amor correcto, que es lo opuesto al odio? “En esto conocemos lo que es el amor: en que Jesucristo entregó su vida por nosotros. Así también nosotros debemos entregar la vida por nuestros hermanos” (3:16 NVI). ¿Acaso esto no hace eco a Juan 15:13? "Nadie tiene amor más grande que el de dar la vida por sus amigos". Aquellos que han experimentado el amor sacrificial de Jesús entienden de qué se trata el amor. A medida que vivamos este tipo de amor sacrificial, la vida abundante de Dios permanecerá en nosotros, experimentaremos gozo completo (ver 1:4).
Expresión de amor– “Si alguien que posee bienes materiales ve que su hermano está pasando necesidad, y no tiene compasión de él, ¿cómo se puede decir que el amor de Dios habita en él? Queridos hijos, no amemos de palabra ni de labios para afuera, sino por hechos y en verdad.” (3:17-18 NVI).
No sé si alguna vez tendremos la oportunidad de dar nuestra vida física por los demás. Pero lo que sí sé es que todos los días podemos expresar amor sacrificialmente. Cuando nuestro hermano o hermana tiene una emergencia, cuando se necesita ayuda con urgencia, no dejes pasar la oportunidad. Decir que amamos a nuestro hermano (solo palabras) sin satisfacer sus necesidades de emergencia (una acción requerida), es pura hipocresía.
¡Amemos sacrificialmente, demos con sacrificio! ¡Dar sin medida nos dará una cosecha ilimitada! Amar como Jesús nos amó y nos ama, ¡ese es el néctar de la vida!
Escrituras
Acerca de este Plan
No es lo mismo tener una relación con el Señor, que experimentar intimidad con Él. Únete al apóstol Juan en la búsqueda de comunión con Dios a través del capítulo tres de su epístola: 1 Juan. Exploraremos el desarrollo de las barreras que nos impiden experimentar gozo al máximo y cómo reconocer la obra de Dios y la obra del Diablo al discernir las raíces y su fruto.
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Nos gustaría agradecer a Grace School of Theology por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.gsot.edu/center/