¿Por qué siempre piensas lo malo?Muestra

Tipos de mente

• La pasiva no siente ni desea y es desganada, apática, mediocre y perezosa. La Biblia dice que no le demos lugar al diablo, por eso una mente en blanco es peligrosa. Una manera de impedir los malos pensamientos es llenar el cerebro con los buenos, por eso en Lucas cambiemos la palabra demonio por pensamiento para que quede algo como: «cuando un pensamiento negativo sale de alguien, busca descanso y, al no encontrarlo, dice “volveré a mi casa”. Cuando llega la encuentra arreglada —en otra traducción dice vacía—, y va por otros siete pensamientos peores para que el postrer estado sea peor que el primero». Si sacamos los pensamientos negativos y no los reemplazamos por positivos, los malos regresarán, por eso obliguémonos a pensar todo el tiempo lo bueno. No nos llenemos de mentiras, sino de lo puro y bello, ¡las virtudes de los demás! El Señor me mostró que, aunque no tuve malos pensamientos contra mi esposa, estaban ‘enterrados’ y se ‘dispararían’ en momentos de tensión. Entonces, tengo que pensar qué pensamientos salen en contra de mi esposa en momentos de crisis o pelea, y desde cuándo, Además analizar qué hizo para que ese pensamiento se anidara en mí; luego debo perdonarla y pedirle Dios que me sane. 
• La que se culpa a sí misma frecuentemente usa la expresión «¿por qué?» como consecuencia de nuestras equivocaciones: no ser buen papá, no casarnos, divorciarnos, estar gordos o muy flacos...; nos acusamos y nos sentimos mal. Alguien con esa tendencia, aun con un gran logro, en lugar de celebrar se enfoca en lo malo; necesita que Dios le revele a Cristo, que somos salvos por su gracia y no por obras. Jesús no vino a salvar a los que nos creemos buenos, sino a los que sabemos que somos malos y reconocemos nuestra humanidad. Los sanos no necesitan médico, ¡los enfermos sí! Cristo no vino a llamar a los que nos creemos justos, sino a los que sabemos que somos pecadores. Gracia es un favor inmerecido. Para los que nos culpamos mentalmente, tengamos un poco de misericordia y démonos la oportunidad de ser humanos, no nos tomemos la vida tan en serio como para enojarnos por bobadas.