¿Por qué siempre piensas lo malo?Muestra
El proceso de cambio de nuestra manera de pensar
Ayer vimos dos aspectos que nos ayudan a cambiar nuestra manera de pensar y perseverar en tener la mente de Jesús: el arrepentimiento y permitir que el Espíritu Santo haga su obra en nosotros.
Es necesario saber que dejar que la naturaleza pecaminosa controle nuestra mente nos lleva a la muerte, en cambio, permitir que el Espíritu sea el que la controle, ¡a la vida! Veamos los otros dos aspectos: en tercer lugar, seamos conscientes de nuestros pensamientos; nuestra mente no debe acomodarse al mundo actual, al sistema, en el que es normal una serie de cosas que no lo son para Dios; más bien seamos transformados a la manera de Cristo; así, cuando vemos películas, escuchamos a los demás o las canciones en el bus, o leemos libros, ¡evitemos amoldarnos y seamos transformados para llevar cautivos los pensamientos a Jesús! En cuarto lugar disciplinémonos a pensar lo bueno, como dice Pablo: lo honesto, justo, en lo que hay motivo de alabanza…
En los primeros dos días de nuestro ayuno con mi esposa no tuve pensamientos negativos contra ella, pero tampoco positivos, o sea, una mente pasiva y hueca. El problema con eso es que permitimos que los demás y las situaciones determinen nuestras emociones. Ella, aunque fue tentada a pensar negativamente, se dio cuenta de que estaba encaminada a creer asuntos en su contra: «¿por qué fui tan boba?», «no valgo», «no me necesitan»... Conocer eso fue bueno porque ahora sabemos en qué trabajar: yo, en la mente vacía, y ella, en la que se autoacusa y señala a sí misma.
Escrituras
Acerca de este Plan
Los malos pensamientos vienen porque asumimos que debemos opinar sobre todo y, en especial, sobre los demás: «pienso...», «me parece...», «creo...». En este devocional veremos que la diferencia entre pensar mal y no hacerlo no está en los factores externos que influyen en nosotros, sino en el programa que tenemos en el cerebro y que determina cómo reaccionamos ante esas circunstancias.
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Nos gustaría agradecer a Andrés Corson de acuerdo con El Centro Network por proporcionar este plan. Si desea saber más sobre estas organizaciones, visite http://www.supresencia.com y http://www.elcentronetwork.com