Panorama de la oración: Pablo a los tesalonicenses, parte 2Muestra

La santidad y un pueblo del pacto

Las implicaciones de la santidad son obvias y a su vez muy profundas. El pueblo del pacto nos recuerda que la santidad, aunque es personal, no es individual; abarca mucho más, es social. Dicha santidad, tiene que ver con el carácter de la comunidad de los fieles, y la vida de cada uno de nosotros dentro de esa comunidad.

Como el cuerpo físico de Jesús en la tierra fue santo, así el cuerpo de Cristo en la tierra debe ser santo; debe amar a Dios con todo su corazón, con toda su mente, con toda su alma, y con todas sus fuerzas; y amar a su prójimo como a sí mismo. La santidad, por lo tanto, significa una comunidad amorosa y respetuosa, que es mutuamente responsable. Esta es la clave para mantener nuestra integridad individual tanto moral como ética. La santidad personal, se experimenta más que nada, en el contexto de la comunidad de los hijos de Dios.

La santidad en la práctica, es un asunto de un pueblo del pacto, por lo tanto, significa dar atención a las prioridades y las estructuras de la «koinonía». Está relacionado con afirmar los dones y el fruto del Espíritu; es la práctica del ministerio y la misión como se enseña en las Escrituras y como fue ejemplificada por nuestro Señor Jesucristo. 

Por medio del Espíritu Santo, cumpliremos las palabras de Cristo acerca de sus seguidores: «… las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre». Nosotros cumpliremos ese privilegio maravilloso, el llamado de Jesús de servir a otros, y no solo a nosotros mismos, que es la esencia misma del carácter de Dios. Cuanto más comprendemos el significado de la Trinidad y de la encarnación de Jesús, tanto más vemos que el verdadero ciudadano del reino, no busca su propio bien, sino que dignifica a los demás.

Este devocional es el segundo de una serie de tres, basados en la segunda carta a los tesalonicenses; los cuales muestran un panorama acerca de cómo orar, no solo desde las palabras, sino también desde los hechos.