La gracia triunfante de DiosMuestra

Los falsos maestros tendrán su recompensa

Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén.

La oración que ahora ocupa nuestra atención, tiene un carácter particularmente cautivante, su belleza y bendición, se ponen de relieve cuando se examina, teniendo en cuenta su sombrío telón de fondo. Esta oración, pone fin a una de las más solemnes epístolas del Nuevo Testamento, y debemos leerla con temor reverente, lo mismo que con gratitud y alabanza. 

Esta carta apostólica, fue escrita en un lenguaje poético y con figuras retóricas, de las cuales, el autor se vale para expresar en un lenguaje florido la horrenda descripción de la gente, que profesa ser creyente pero que carece de la gracia. Desenmascara aquellos maestros quienes, como árboles aparentemente prometen mucho fruto para la gloria de Dios, pero cuyas hojas pronto cayeron y rápidamente se marchitaron. 

El tema de la carta es la apostasía o, más específicamente, la corrupción de gran parte de la iglesia organizacional, por lo tanto, la corrupción resultante de un cristianismo apóstata. Nos presenta un cuadro, que en forma trágica pinta las cosas tal como son ahora en el área de la religión cristiana, en la mayoría de las mal llamadas «iglesias». Nos informa, cómo comienza el proceso de decaimiento, en profesantes religiosos reprobados, y cómo se desarrolla hasta que terminan siendo totalmente corruptos. También esboza la personalidad de aquellos que extravían a otros, en sus viles obras. 

Igualmente, da a conocer la segura condenación que espera tanto a los falsos maestros, como a aquellos que se dejan conducir a la apostasía. De manera singular, termina con un glorioso contraste, al presentar al Dios de gracia, quien tiene el poder para proteger, preservar y presentar victoriosos, a quienes ha elegido y han respondido fielmente a su llamado eterno.

Muchos pervierten la gracia libertadora para vivir en libertinaje

El Señor Jesús advirtió que, junto a la buena semilla que Él y sus apóstoles plantaban, el malo y sus agentes, sembrarían espinos. Pablo también anunció que, a pesar del extenso éxito que el evangelio tuvo durante su vida, habría «apostasía» antes de la manifestación del hombre de pecado.