¿Cómo agrado a Dios en todo?Muestra

Dios acepta nuestras obras y oraciones con base en los méritos infinitos de Cristo

Pero las palabras «por (medio de) Jesucristo», también tienen una relación inmediata con la frase «lo que es agradable delante de él». Aunque nuestras obras sean buenas y sean hechas para Dios, todavía son imperfectas por estar contaminadas por el instrumento que las realiza, así como un vidrio empañado o polvoriento, atenúa la más pura de las luces que pasa a través de él. 

Pero aunque nuestras obras sean defectuosas, Dios las acepta cuando son hechas en el nombre de su Hijo. Nuestros mejores logros, tienen defectos y son insuficientes, para alcanzar la excelencia de los requerimientos que demanda la santidad de Dios, pero sus defectos son cubiertos por los méritos de Cristo. 

De igual manera, Dios acepta nuestras oraciones, porque nuestro gran Sumo Sacerdote les agrega «mucho incienso», para ofrecerlas luego en el altar de oro delante del trono. Ofrecemos «sacrificios espirituales que Dios acepta por medio de Jesucristo». Dios es «en todo alabado por medio de Jesucristo». Por tanto, al Mediador no sólo le debemos el perdón de nuestros pecados y la santificación de nuestra vida, sino que Dios acepte nuestro culto y servicio imperfectos. Spurgeon, lo expresó adecuadamente en sus comentarios diciendo: «¡Somos absolutamente nada! Nuestra bondad no es nuestra».

Una gloriosa doxología

«Al cual sea la gloria por los siglos. Amén». Primeramente, trataremos de hacer un esfuerzo casi imposible, para definir la gloria de Dios. La razón por la que digo que es casi imposible, es porque este aspecto de la naturaleza y esencia del ser de Dios, se menciona más de 400 veces en las Escrituras, al referirse a distintas demostraciones de lo que Dios es, dice y hace, por medio de Jesucristo, en todo orden creado.

Si estudiamos con detenimiento el tema de la gloria en la Biblia, se dará cuenta que la gloria es Dios expresado. Siempre que Dios se manifiesta, eso es gloria. Podemos usar la electricidad como ejemplo, la electricidad está oculta a nuestra vista, pero cuando se expresa en forma de luz, esa luz es la gloria de la electricidad. Del mismo modo, cuando Dios está escondido, no podemos ver su gloria, pero cuando se expresa, su gloria se hace visible, por consiguiente, la gloria es Dios expresado.